De raíces mexicanas, el activista Kevin de León asumió oficialmente hace unas semanas la presidencia del Senado de California. Un hito histórico, ya que la última vez que un hispano fue designado para ese cargo fue hace 130 años. «Hoy es un día histórico para los latinos porque la última vez que hubo un presidente hispano en el Senado fue en 1883 con Reginaldo del Valle«, destacó De León en su discurso de investidura.
Según relató él mismo, aunque nació en San Diego, vivió muy de cerca, al igual que miles de inmigrantes, la lucha por el sueño americano
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. El nuevo Presidente del Senado, que emprendió su camino desde el activismo en derechos civiles hasta llegar a la política estatal de California, está convencido de que “sólo en un estado como California se puede lograr algo enorme con raíces humildes, como llegar a ser el presidente de la Cámara Alta».
Miembro del Partido Demócrata, De León fue elegido en 2006 representante del Distrito 45 en el Senado por un período de cuatro años y desde el 2010 representó al Distrito 22. Entre sus preocupaciones se encuentran la protección del medio ambiente, la inmigración y seguridad pública, que han centrado su actividad política.
En este estado, y según cifras del censo nacional, viven más de 38 millones de habitantes, de los cuales, el 39% son hispanos, superando de esta manera al número de anglosajones, que son mayoría en el resto de Estados Unidos. «Debido a los cambios demográficos en California y la nación, creo que el hecho de que un hispano tome la presidencia del Senado es un buen ejemplo para los jóvenes y niños de las zonas más humildes de nuestro país«, señaló. El nuevo Presidente añadió que un motivo por el que fue elegido es que los hispanos representan «una fuerza emergente y elegir un latino para la presidencia es muestra de la madurez política de California».
