El pasado 15 de octubre el Presidente de The Hispanic Council, Daniel Ureña, publicó en el diario Expansión la tribuna «2015, un punto de inflexión en las relaciones España-EEUU» en el que analiza las oportunidades económicas y culturales que España tiene en Estados Unidos.

A continuación reproducimos el texto íntegro publicado:

Este está siendo un año clave para el fortalecimiento de las relaciones entre España y Estados Unidos. El mercado hispano de Estados Unidos es una oportunidad estratégica para las empresas españolas.  Hoy, más de 700 compañías de nuestro país operan en Estados Unidos generando más de 700.000 puestos de trabajo y con una fuerte implantación en zonas como Florida, California o Texas, entre otras. El liderazgo y el prestigio internacional de nuestras empresas en sectores como las infraestructuras, los servicios financieros, el transporte o las energías renovables hacen que España esté aumentando su peso desde el punto de vista empresarial en Estados Unidos. Además, la creciente eliminación de trabas administrativas entre ambos países ayuda al intercambio comercial.

En este sentido, la firma del Protocolo de Enmienda al Convenio bilateral para evitar la Doble Imposición de hace un par de años, supuso un importante avance en este camino. A menos regulación, más desarrollo económico. Por ello, España se juega mucho en el proceso de negociación del Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión Unión Europea-Estados Unidos, conocido por sus siglas en inglés como “TTIP”

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. Este acuerdo es vital para Europa, pero también para España. En un mundo cada vez más global, en el que otras potencias emergentes están estrechando lazos, Europa debe mirar a Estados Unidos y viceversa. Comparten un pasado, unos valores y una historia con muchos puntos en común, que pueden ser claves para el futuro.  Y en esta misión España puede tener un papel crucial como eje entre los dos lados del Atlántico.

La historia de Estados Unidos no se concibe sin la aportación de España. El pasado mes de septiembre SS.MM. los Reyes realizaron una visita oficial a Estados Unidos en la que quedaron patentes los intensos vínculos culturales, históricos, lingüísticos y económicos entre ambas naciones.  Sin ir más lejos, San Agustín (Florida), la primera ciudad de Estados Unidos – con el permiso de San Juan de Puerto Rico – fue fundada por el español Pedro Menéndez de Avilés, lo que supuso el comienzo de más de 100 años de intensa presencia española en Estados Unidos.  En este sentido, basta con mirar cómo buena parte de los símbolos institucionales del país, los nombres de sus ciudades o de sus calles para apreciar la importante huella española.

El valor del idioma

El idioma es sin duda otra de las ventajas competitivas que España tiene frente a otros países que intentan aumentar su influencia en Estados Unidos.  Los hispanos están teniendo un papel cada vez más importante en el mundo de la empresa, la política, la cultura, los medios de comunicación y la sociedad civil.  Hoy más de 54 millones de personas forman esta comunidad, con una edad media más joven que el resto de la población (28 años frente a los 37 del conjunto de los ciudadanos estadounidenses), con más hijos (2,4 frente a los 2 de media general) y con unas espectaculares perspectivas demográficas que harán que en 2025 uno de cada cuatro estadounidenses sea de origen hispano.

Estados Unidos radica su fuerza en que ha sido capaz de integrar a millones de personas en una identidad y unos valores comunes, pero respetando las diferentes culturas. En este sentido, desde hace más de 50 años desde el Gobierno federal se impulsa la celebración de una semana y desde 1988 todo un mes dedicado a conmemorar la Herencia Hispana del país. Cada año, desde el 15 de septiembre al 15 octubre las instituciones, los centros educativos, las empresas y las organizaciones de la sociedad civil de todo el país desarrollan una gran cantidad de actividad para honrar a los hispanos. Desde España desconocemos buena parte de esta dimensión hispana de Estados Unidos,  pero muchas empresas sí están sabiendo identificar esta oportunidad.

2016 será un año electoral en el que los hispanos van a tener un papel determinante en decidir quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca.  Ambos partidos son conscientes de que necesitan contar con buena parte del apoyo de esta comunidad, por lo que su protagonismo irá en aumento a medida que avance la campaña.  Si en 2008 llegó el primer presidente afroamericano, estamos cada vez más cerca de contar con un presidente –  o vicepresidente – de origen hispano. ¿Será en 2016?  En poco más de un año lo sabremos.

Puede ver la tribuna en pdf aquí