Sin duda uno de los asuntos más candentes en la actualidad política es el cierre parcial de gobierno que se está produciendo en Estados Unidos. Las desavenencias entre el presidente Trump y la Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlada por el Partido Demócrata, sobre la partida presupuestaria para construir el polémico muro con México ha llevado al país a esta inusual situación. Pero, ¿qué es exactamente un cierre de gobierno? ¿hasta cuándo se puede prolongar?

Un cierre de gobierno se da ante la incapacidad del Congreso de aprobar un presupuesto que provea de fondos a la administración federal. De tal forma, se suspende la prestación de todos los servicios públicos menos los considerados como «esenciales». El cierre actual comenzó el pasado 22 de diciembre, supuso el fin de la financiación para el 25% del gobierno federal, que sin fondos no puede pagar a los empleados y cesan los servicios. Es ya el cierre de gobierno más largo de la historia superando al de la administración de Bill Clinton entre diciembre de 1995 y enero de 1996.

Se estima que son 800.000 los empleados afectados por este cierre parcial, los departamentos de Justicia, Comercio o Agricultura son de los más afectados por la situación actual. Es difícil calcular el impacto económico que puede generar este cierre parcial, el último, que tuvo lugar durante el segundo mandato de Barack Obama en 2013,  vino propiciado por el bloqueo al presupuesto del Obamacare y duró 16 días. En esa ocasión, el impacto para el gobierno, servicios de las ciudades, trabajadores y ciudadanos fue enorme, S&P Global ya habla de una pérdida de 3.600 millones de dólares hasta el momento por el cierre actual.

Lo cierto es que no se sabe por cuánto tiempo puede extenderse el cierre gubernamental. Hasta ahora republicanos y demócratas se han mostrado inflexibles, lo que dispara la incertidumbre y el miedo de que no se consiga llegar a un acuerdo entre ambas partes. Cuando finalmente los congresistas lleguen a un acuerdo político y se abran las agencias federales, los funcionarios públicos que no han cobrado, recibirán su sueldo de forma retroactiva. Sin embargo, para muchas familias que precisan hacer frente a pagos mensuales diversos la situación se puede volver insostenible.