Tal día como hoy de hace 116, nació en Luarca (Asturias) el que se convertiría en uno de los más grandes biólogos españoles, Severo Ochoa de Albornoz. Con 7 años se trasladó con su familia a Málaga, donde comenzó sus estudios, tiempo en el que leyó con interés los estudios de otro grande de la ciencia española: Santiago Ramón y Cajal.

Ochoa dejó Málaga para estudiar en Madrid, donde tuvo la suerte de asistir a la Residencia de Estudiantes y conocer a vanguardistas como Federico García Lorca y Salvador Dalí. Eso no le quitó tiempo de los estudios, pues se graduó en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid en 1929. Después recibió varias becas de universidades de Glasgow, Berlín, Londres, y Heidelberg. Fue en esta última donde conoció a Otto Meyerhof, quien ejerció una gran influencia en su dedicación a la bioquímica.

Entre 1931 y 1941, trabajó como investigador en varias universidades de España, Alemania y Reino Unido. Finalmente, se instaló en Estados Unidos, donde comenzó a dar clases en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington. Posteriormente se trasladó en 1942 a la Universidad de Nueva York, a la que ya quedó ligado hasta su jubilación.

En el Departamento de Bioquímica de la universidad neoyorquina realizó sus estudios más importantes. Su primer premio, la medalla Bewberg, la obtuvo en 1951 por sus investigaciones en el campo de las enzimas. Sin embargo, el descubrimiento por el que es más conocido es la síntesis del ARN, un logró que consiguió en el laboratorio a partir de un sustrato adecuado de nucleótidos. Un año más tarde, su compañero Arthur Kornberg usó un método similar para sintetizar el ADN y de esta manera ambos compartieron el Premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1959.

Finalmente, Ochoa regresó a España ya jubilado, en 1975. Aún retirado, continuó investigando y ofreciendo conferencias hasta el final de sus días. En 1993 presentó su biografía titulada La emoción de descubrir, falleciendo ese mismo año.

En 2011, su efigie apareció en uno de los sellos de la colección de grandes científicos estadounidenses del Servicio Postal de Estados Unidos. Además, en 2005 se bautizó un asteroide en su honor: el (117435) Severochoa.