El pasado 13 de julio a las 7:30 de la mañana, el Gobernador de Wisconsin, Scott Walker hizo oficial a través de su cuenta de Twitter lo que ya era de sobra conocido: se presenta a la nominación republicana para ser presidente de Estados Unidos. Walker se convierte en el candidato número 15 a la espera de que se sumen dos más, el Gobernador de Ohio, John Kasich, y el ex Gobernador de Virginia, Jim Gilmore.
Walker, de 47 años, es gobernador de Wisconsin desde las elecciones de medio término de 2010. Durante su carrera política, desde 1990, ha participado en 14 elecciones y de ellas ha ganado 12 y perdido 2. Fue miembro de la Asamblea de Wisconsin de 1993 a 2002 y parte del Ejecutivo del condado de Milwakee, del 2002 al 2010.
El gobernador es conocido a nivel nacional por sus políticas económicas conservadoras que le han llevado a mantener una relación bastante hostil con los sindicatos de su estado. Un rival fuerte para el resto de candidatos ya que se va a posicionar como el más conservador y como un ganador en un estado tradicionalmente demócrata.
Aunque el interés de Walker por ser presidente era de sobra conocido, tres días antes del anuncio oficial, por un error del equipo de campaña se publicó en Twitter el anuncio de candidatura oficial. Fallo que intentaron eliminar pero que muchos medios de comunicación replicaron. En el mensaje oficial del día 13 de julio, Walker anunció que se presenta “porque los americanos merecen un líder que luche por ellos y gane por ellos”.
A día de hoy, algo menos de un año y medio antes de la campaña, Walker parte como uno de los grandes favoritos desde hace meses cuando todavía no se conocía sus intenciones políticas. Según el promedio de todas las encuestas que publica Real Clear Politics, Walker sería el segundo candidato más votado con un 10,5% solo superado por Jeb Bush con un 16,3%.