El Embajador de Estados Unidos en España, James Costos, publicaba esta semana en el diario El Mundo un interesante artículo en el que analiza los motivos por los que nuestro país debe participar de los beneficios de la economía colaborativa.
Tras un tiempo en declive, la economía estadounidense lleva viviendo 58 meses consecutivos de crecimiento de empleo. La aparición de la economía colaborativa sería, según el embajador de Estados Unidos en España, James Costos, uno de los factores esenciales por los que ha mejorado en gran medida la tasa de empleo en el país. Por economía colaborativa se entiende «economía colaborativa» como el intercambio de mercancías, bienes y servicios a través de una plataforma tecnológica que facilita el contacto directo entre compradores y vendedores individuales, los «colaboradores».
Ofrecer a alguien un traslado en coche, dar un pequeño préstamo a un emprendedor en ciernes, alquilar el dormitorio que no se utiliza a un viajero de paso, ofrecer tu aparcamiento durante el día a alguien que trabaja en la zona, o realizar para alguien las tareas del hogar, son algunos ejemplos de este tipo de economía en auge en los últimos años gracias a las plataformas tecnológicas que permiten conectar rápida y fácilmente, y con seguridad, a los que tienen una necesidad con los que pueden satisfacerla.
La mayoría de los expertos coinciden en que la proliferación de estas aplicaciones ofrece enormes beneficios al consumidor. No sorprende que en 2013 ya hubiera unos 80 millones de colaboradores en Estados Unidos, asegura el Embajador. En su conjunto, estos colaboradores generaron ingresos de unos 3.500 millones de euros en Estados Unidos en 2013, y mundialmente, se calcula que de los 15.000 millones de euros de ingresos aproximados actuales se pasará a la increíble cifra aproximada de unos 335.000 millones de euros de aquí a 2025.
Sin embargo, Costos también indica que existen inconvenientes a este tipo de economía colaborativa, pues no hay garantías, ni horarios, ni ingresos fijos, ni prestaciones tradicionales.
En todo el mundo, incluido Estados Unidos, las autoridades locales, regionales y nacionales están intentando encontrar un buen equilibrio entre la regulación y la innovación, no obstante, aún falta camino. Aunque Costos añade que el riesgo es algo intrínseco a la nueva economía colaborativa, lo cierto es que los beneficios de la economía colaborativa superan enormemente los riesgos y apuesta por que España participe y comparta esta creciente riqueza.