Ocho claves sobre el último Discurso del Estado de la Unión de Barack Obama

Ayer por la noche en horario de máxima audiencia el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se dirigió por última vez desde el atril del Congreso a los ciudadanos en su octavo Discurso sobre el Estado de la Unión desde que llegó a la Casa Blanca. Un discurso de balance, en parte electoral y, sobre todo, de futuro. 

Estas son las ocho claves para entender qué dijo el Presidente ayer en uno de los discursos más importantes del año:

1. Un discurso más cercano a lo electoral que al balance: Desde la web oficial de la Casa Blanca en los últimos días se anunciaba un discurso de balance a la gestión de Obama y lo fue, pero también fue un discurso electoral en el que se recalcaron las cualidades y fortaleza de Estados Unidos negando el discurso del miedo de algunos candidatos republicanos a la presidencia en 2016. No nombró a ninguno de ellos de forma explícita pero no dejó lugar a dudas e incluso advirtió que algunas de las propuestas publicadas “se contradicen con todo lo que nos convierte en la envidia del mundo». Ideas que animaban a continuar con su legado (a partir de noviembre a través de Hillary Clinton o Bernie Sanders, principales candidatos demócratas, a los que tampoco nombró) o tomar una alternativa de cambio total. «Tenemos que rechazar cualquier política, cualquier política», repitió para enfatizar, «que se dirige a las personas por motivos de raza o religión. Esto no es una cuestión de corrección política. Es una cuestión de entendimiento que es lo que nos hace fuertes».

2. La nación fue la destinataria directa de todas sus palabras: Habitualmente el Discurso sobre el Estado de la Unión es un momento para explicar a los congresistas cuáles van a ser las líneas de acción del siguiente año pero esta vez Obama se dirigió principalmente a los ciudadanos. Arrancó prometiendo que por ser la última vez haría el discurso lo más corto posible porque “sé que algunos de ustedes están ansioso por volver a Iowa”, bromeando sobre el periodo electoral en el que ambos partidos están sumergidos. Pero solo en un par de ocasiones más dedicó mensajes a los legisladores, uno de ellos animándoles a todos a reducir la brecha partidista, para lo que tienen que trabajar todos juntos y “sólo así sorprender de nuevo a los cínicos”. A los ciudadanos les mostró su confianza: «Creo en ti», dijo Obama al final de su discurso, «es por eso que estoy aquí y confiamos en que el estado de nuestra unión es fuerte». Pero también dejo “deberes” a sus compatriotas para seguir construyendo una gran nación: “Mi compañero estadounidense (…) nuestro futuro colectivo depende de su voluntad de respetar sus obligaciones como ciudadano. Vote”.

3. El futuro, el gran protagonista: Aunque Obama hizo balance sobre los éxito conseguidos y los que está por conseguir en los próximos 12 meses que seguirá siendo Presidente, dedicó la mayor parte de su intervención a hablar del futuro en el medio y en el largo plazo. Un futuro en el que el cambio es desde ya el protagonista: «Es un cambio que puede ampliar oportunidades o ampliar la desigualdad. Y nos guste o no, el ritmo de este cambio sólo se acelerará», afirmó. “Nuestros puntos fuertes como nación, nuestro optimismo y la ética de trabajo, nuestro espíritu de descubrimiento, nuestra diversidad y el compromiso con el Estado de Derecho, nos dan todo lo que necesitamos para garantizar la prosperidad y la seguridad para las generaciones venideras”, expuso Obama.

Para los próximos años y las próximas décadas Obama espera que las futuras Administraciones trabajen en cuatro pilares: economía más segura y equitativa; más tecnología e innovación; una política exterior que mantenga el liderato de EEUU en el mundo sin ser su “guardián” y una política interna menos polarizada. Estas son las principales ideas para cada uno de ellos:

• Economía equitativa y segura: con acceso a la educación para todos, ayudas para acceder a la universidad, un sistema de salud asequible que permita tener cobertura cuando se pierda el trabajo y mejores prácticas en el sector privado para mejorar resultados.
• Más tecnología e innovación: que esté al servicio del ciudadano para afrontar los retos futuros, que se pueda curar el cáncer (con una pequeña referencia a la pérdida este año del hijo del Vicepresidente Joe Biden por esta enfermedad) y que se pueda luchar contra el cambio climático. En referencia a este tema, uno de los principales de su gestión, Obama bromeó sobre el precio del petróleo: “Gas a menos de dos dólares por galón no es malo tampoco”. Pero anunció que “ahora tenemos que acelerar la transición de energía sucia. En lugar de subsidiar el pasado, debemos invertir en el futuro”.
• Liderazgo de EEUU para garantizar seguridad: Obama fue muy claro: “Nuestra prioridad número uno es proteger al pueblo estadounidense y perseguir a las redes terroristas”. “El mundo mirará hacia nosotros para ayudar a resolver estos problemas y nuestra respuesta tiene que ser algo más que palabras duras o llamadas a civiles con alfombras bomba”, sentenció.
• Mejorar la política interna: “Una mejor política no significa que tengamos que estar de acuerdo en todo”, dijo Obama. Pero para recuperar la confianza de los ciudadanos en la política propuso detener el gerrymandering, aumentar la participación de los votantes y llevar a cabo la reforma del financiamiento de campañas.

4. Los éxitos pasados…: A pesar de sus extensas propuestas a futuro, Obama hizo un gran balance de todo lo conseguido en los últimos siete años bajo su presidencia. Recordó la mejora de la economía tras la crisis económica con la creación de 14 millones de puestos de trabajo, la reducción de la tasa de desempleo a la mitad y en tres cuartas partes el déficit desde su primer año en el cargo. También hizo referencia al fin de dos guerras, la de Irak y Afganistán, y al restablecimiento de las relaciones con Irán y Cuba a través de una nueva diplomacia. Habló de la reforma del sistema de salud, de la reinvención del sector energético y de cómo se han entregado más beneficios a los soldados y veteranos. 

5. … y los éxitos que están por venir en el próximo año: El discurso de ayer era el último y tenía cierto sentido de despedida pero Obama tiene todavía un año por delante para concluir su Presidencia. Un año en el que según anunció espera conseguir el levantamiento del embargo comercial con Cuba, expandir el crédito tributario, hacer que la universidad sea más asequible, aumentar el salario mínimo y fijar la reforma del sistema de inmigración.

6. La frase que consiguió el aplauso unánime: En pocas ocasiones los representantes del Partido Republicano aplaudieron las palabras de Obama pero una frase hizo que rompieran su silencio: “Los Estados Unidos de América son la nación más fuerte de la tierra. Punto”, en referencia a aquellos que siguen afirmando que EEUU es un país en declive.

7. La silla vacía, el pesar reconocido y la América radiante: La noche también tuvo lugar para los símbolos, las confesiones y las metáforas. En la tribuna de invitados una silla vacía representaba a las víctimas de la violencia armada, una de las luchas de Obama durante su gestión en la que sigue intentando lograr un mayor control de la tenencia de armas. Al hablar del sistema político confesó cuál es uno de los “pocos pesares” de su presidencia: “el rencor y la desconfianza entre los ciudadanos y los políticos que ha empeorado en lugar de mejorar”. Y al finalizar su discurso definió a “la América que conozco” como “el país que amamos. De ojos claros. Gran corazón”.

8. Las respuestas del Partido Republicano: Tras las palabras de Obama, en horario de máxima audiencia un representante del Partido Republicano, en esta ocasión la Gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, ofreció la respuesta oficial del Partido ante las propuestas o ideas del Presidente. Haley criticó a Obama por haber sido demasiado pasivo frente a la creciente deuda y las amenazas terroristas: «El historial del Presidente a menudo ha quedado muy por debajo de sus palabras. Al entrar en su último año en el cargo, muchos estadounidenses todavía están sintiendo la presión de una economía muy débil para elevar los niveles de ingreso»

. A lo que añadió: «Nos enfrentamos a la amenaza terrorista más peligrosa de nuestra nación desde el 11 de septiembre y este Presidente parece dispuesto o incapaz de tratar con ello». Aunque la respuesta oficial siempre se hace al final, ayer a la media hora de comenzar el discurso de Obama, la oficina de prensa de Paul Ryan, actual Presidente de la Cámara de Representantes, emitió un comunicado diciendo que «la retórica nostálgica pueden hacer que se disfrutar de preciosos fragmentos de sonido, pero no explican cómo derrotar a ISIS, cómo arreglar nuestros programas de redes de seguridad críticos y cómo conseguir que nuestra economía vuelva a niveles pasados”.