En el año 1763, tras el fin de la Guerra de los Siete Años, España pasó a controlar de nuevo La Luisiana. Aunque el territorio era estratégicamente envidiable, la realidad sobre el terreno era más compleja de lo esperado: no disponían suficientes recursos para explotarlas y la población allí presente –apaches y comanches– ejercían una resistencia dura frente a la presencia europea.
Bernardo de Gálvez, gobernador de La Luisiana desde 1776 y figura clave en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, encomendó en 1778 la tarea de hispanizar Nueva Orleans y poblar el territorio. El encargo de esta hazaña recaló en un grupo de malagueños, en su mayoría de Alhaurín de la Torre, que zarparon a bordo del bergantín San José a cumplir los designios de Gálvez.
Un total de 700 españoles se enrolaron en esta empresa, que los llevó a desembarcar en Nueva Orleans a finales de 1778. Llegaron allí con la esperanza de optar a una vida próspera, de labranza, producción agrícola y propiedades en posesión. Un contrato previo aseguraba el pago de la manutención hasta llegar a destino, los materiales para construir hogares y todo lo necesario para cubrir la primera temporada de cultivo hasta la recolección que les permitiera subsistir de manera independiente.
Aunque pisaron suelo de Nueva Orleans a finales de 1778, no encontraron tierra buena para asentarse hasta la primavera de 1779. El encargado de fundar la ciudad fue Francisco Bouligny, nativo de Alicante y teniente gobernador de la región. La ciudad de Nueva Iberia quedó fundada el 17 de mayo de 1779 y se bautizó con ese nombre en homenaje a la Península Ibérica, ya que era la única ciudad de La Luisiana fundada por españoles.
A comienzos del siglo XIX, La Luisiana volvió a manos francesas temporalmente, tras la firma del Tercer Tratado de San Ildefonso. Entonces, Nueva Iberia pasó a llamarse Nouevelle Ibérie. Tras su venta a Estados Unidos, se adoptó el nombre New Town. En 1839 se incorporó la ciudad al estado de Luisiana con el nombre de Iberia, pero a partir de 1847 comenzó a denominarse New Iberia, nombre oficial hasta la fecha y que conserva el legado español, malagueño en este caso, en Estados Unidos.