En Estados Unidos asistimos a una serie de ataques a símbolos hispanos históricos como no se conocía hasta la fecha. La decisión de Los Ángeles de abolir el Columbus Day -como se conoce en Estados Unidos al Día de la Hispanidad del 12 de octubre- ha venido acompañada de una serie de actos vandálicos contra estatuas del descubridor de América e, incluso, la más reciente, del misionero español Fray Junípero Serra.

En este contexto, entrevistamos a María Elvira Roca Barea, Doctora en Filología Clásica, profesora de lengua  y autora de Imperiofobia y Leyenda Negra: Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio español (Siruela, 2016).

¿Estamos ante un movimiento o es algo más anecdótico?
No creo que vaya más allá de lo anecdótico en su contexto. Es decir, hay un movimiento que se autodenomina a sí mismo indigenista. Todo esto no sucede sólo en EEUU; pasa en más lugares, y en el caso de EEUU el concejal Mitch O’Farrell ha obtenido un gran éxito. Se ha convertido en una personalidad muy conocida en todo el país a raíz de la supresión del Columbus Day en Los Ángeles, por lo que él ha obtenido un gran beneficio personal. Es decir, es evidente que en el problema de los indígenas en el Norte, en Estados Unidos, Colón tiene muy poco que ver. Pero uno se cuelga las medallas de indigenismo yéndose a buscar el problema al mundo hispano y obviando completamente todo lo que pasó en la expansión de los estadounidenses con las poblaciones indígenas.

O’Farrell es plenamente consciente de que si a él se le ocurriera tocar uno solo de los símbolos que tienen que ver con la expansión de los angloprotestantes en Estados Unidos no sobreviviría en la escena pública ni cinco minutos. Así que se va a buscar sus medallas de indigenismo allí donde sabe que es gratis y lo puede hacer sin ningún problema. De todas formas, también esto en Estados Unidos está teniendo su contestación. Ha habido un artículo del Wall Street Journal contra esta especie de reestructura del pasado comparando esta actitud con la de los talibán destruyendo las estatuas de los budas.

Hay quien relaciona estos actos vandálicos con los ataques contra los símbolos confederados que se dieron tras los incidentes racistas de Charlottesville, ¿cree que alguien intenta sacar rédito político de este ambiente de tensión?
Indiscutiblemente se saca un rédito político. Toda tendencia que se presente en la escena pública señalando un enemigo y autoproclamándose defensora de los supuestamente perjudicados por ese enemigo busca obtener rédito político y suele tener un resultado bastante inmediato. No obstante, es tremendamente  peligroso. Tanto el nacionalismo como los populismos funcionan así. Y esto es una forma de populismo: uno señala a un enemigo, dice que es el malo, yo soy el bueno, etcétera. Es todo muy simplista, pero se obtiene una especie de éxito demagógico que si uno no es torpe lo puede rentabilizar razonablemente bien. Lo que ocurre es que eso lleva aparejado un enorme peligro por las confrontaciones que alimentan.

¿Asistimos a un resurgir de la Leyenda Negra?
No, yo no creo que haya un resurgir de la Leyenda Negra, hay un estado de opinión que ha durado décadas, que ha durado siglos, y que en algunos casos se ha producido una rectificación. Por ejemplo, en algunos libros de texto de EEUU pues sí ha habido un cambio, pero hay otros libros en los que no. Acaba de enviarme una amiga de Los Ángeles un libro de texto de 5º de Primaria en el que lo que se dice de los españoles es un horror.  Pero esto no es ahora nuevo, esto es lo que siempre ha habido. Lo nuevo es que se da en este nuevo contexto del buenismo, del indigenismo y toda esta historia de forma de pensamiento mágico, de reestructuras del pasado… Son el resultado de una disolución o una especie de gran crisis de los principios democráticos que se está viviendo en todo Occidente. Todo este surgimiento de tendencias populistas, nacionalistas, etcétera tiene que ver con esto. En este caso concreto del Columbus Day, yo no creo que haya que hacer una lectura como que existe un particular resurgimiento de la Leyenda Negra. Es decir, la Leyenda Negra no es que tenga que resurgir, es que nunca ha dejado de existir

Algunas de las acusaciones que se lanzan para justificar estos actos aseguran que con Colón llegó la esclavitud a América.
Es el mundo al revés. Las únicas leyes de protección de las poblaciones indígenas que ha habido en América son las leyes que los españoles escribieron. Las poblaciones indígenas de América se quedaron sin protección legal cuando el Imperio se desmembró. Todo lo que ha sucedido después no se cuenta, después de las independencias, que han sido las mayores desapariciones de etnias que se han producido en América en la zona hispana. En cuanto al Norte, qué decir, nunca se supo cuántos indígenas había porque nunca nadie los censó si quiera. ¿Y cuánta gente desapareció? Eso ni se menciona. Luego el hecho claro de que hay una evidencia palmaria que el comienzo de Estados Unidos está vinculado al desarrollo de la esclavitud, creo que eso no necesita demostración. Sin embargo, eso no hace que nadie rompa las estatuas de Thomas Jefferson, que tenía una plantación de esclavos.

¿Qué se esconde tras esta pervivencia de la Leyenda Negra?
Lo que se esconde es beneficio, evidentemente. La Leyenda Negra muestra una realidad y oculta otra. Si tú la pones delante tapas detrás todo lo demás. La Leyenda Negra no es sólo lo que miente, falsifica y enseña falsamente, sino todo aquello que tú ocultas poniendo otra cosa en la parte delantera del escenario. Si tú explicas la aparición de la esclavitud en América como resultado de la llegada de los españoles, estás eliminando que la esclavitud en el Norte, en el lado angloprotestante, fue un pilar desde el primer momento cuando se independizaron. Es decir, si uno cuenta una versión oculta la otra, eso es automático. Así que el beneficio que de eso se obtiene es la creación de un relato que es favorable a una de las partes y extraordinariamente negativo para la otra, que en este caso es el mundo hispano y España muy notablemente.

¿Hasta qué punto ha podido influir la tensión racial que vive Estados Unidos desde hace prácticamente un año?
Probablemente tiene alguna conexión, pero esas tensiones en EEUU son cíclicas y se han ido produciendo desde el comienzo. Es decir, en el momento de su expansión EEUU comprende que no puede seguir prosperando si no intenta una integración de las poblaciones diferentes que habitaban en el territorio y emprende desde la Guerra de Secesión una política cada vez más activa, que ha costado muchísimo trabajo sacar adelante. Si en los años 50 y 60 no se hubiese llegado a todos esos movimientos de derechos civiles, Estados Unidos se habría destruido a sí mismo. Ese momento en el que hay que integrar las poblaciones llega antes o después, lo que ocurre es que EEUU sobrevive en esas tensiones de una manera a veces más larvada y otras más manifiesta. Pero esto ha existido desde siempre y es cíclico. Esto no es nuevo y no ha provocado este fenómeno, tiene una conexión pero no está en el origen.