Cualquier visitante que pasee por Nueva York puede llevarse una sorpresa y pensar que está en España al ver una imponente estatua de Cid Campeador en el famoso barrio de Manhattan. Y justo ahí junto al Cid, en la llamada Audubon Terrace, hay una desconocida joya del arte español: la Hispanic Society of America.

Esta Sociedad fue fundada el 18 de mayo de 1904 por Archer Milton Hungtington, hijo del fundador de la Central Pacific y de los astilleros Newport News Shipbuilding and Drydock Companies, heredero de una gran fortuna, probablemente de las más cuantiosas de su tiempo. En 1885 con solamente 15 años, realizó un viaje a México del que volvió apasionado por el mundo hispánico. Con 20 viajó a España a conocer su cultura y sus costumbres de primera mano y entre 1897 y 1903 encargó la primera traducción bilingüe del Poema del Mío Cid, personaje que llamaba poderosamente su atención y motivo por el que preside la entrada al museo.

Huntington fundó la Sociedad con el fin de establecer una biblioteca y un museo público para difundir la cultura española y latinoamericana de forma gratuita. La concibió como un lugar para el estudio y la conservación de la cultura hispánica en Nueva York, dejando en ella una vasta y rica colección de obras de arte y de piezas históricas, fundamentalmente procedentes de España.

Destaca entre ellas la colección de pintura española, en la que Huntington atesoraba obras de El Greco, Zurbarán, Goya, Fortuny o Zuloaga, y una notable colección de libros raros, 15.000 de ellos anteriores a 1700, entre los que se encontraban ediciones de El Quijote y La Celestina, el primer Fuero Real de Castilla o manuscritos de Quevedo.

Uno de los tesoros que esconde esta emblemática institución es una serie de cuadros del pintor valenciano Sorolla. Él y Huntington tuvieron una gran relación, llegando este último a comprar muchas de sus mejores obras lo que supuso una promoción muy importante en la carrera de Sorolla en EEUU. Incluso contó con él para la decoración de la que tenía que ser una de las estancias principales del Museo, la nueva biblioteca. Huntington tenía proyectado para el lugar una serie de cuadros donde se mostraran los acontecimientos más importantes de la historia de España y Portugal pero Sorolla convenció a su mecenas para realizar un monumental friso con paisajes de España, que incluyera a los tipos característicos de cada región. Desde 1911 hasta 1919 estuvo Sorolla dedicado a la empresa, que cuando estuvo terminada reflejó una visión costumbrista y bastante romántica de los paisajes de España.

Sin embargo, a pesar de la inversión y los tesoros artísticos y culturales que esconde la biblioteca y el museo de The Hispanic Society of America, ni si quiera la entrada gratuita los ha convertido en un lugar turístico de la ciudad. Un pequeño rincón de historia hispana que debería ser visita obligada para cualquier viajero a la Gran Manzana.