El pasado 31 de mayo, Tiempo Latino, de The Washington Post, publicó un análisis de las elecciones del 24 de mayo en España del Presidente de The Hispanic Council, Daniel Ureña. 

Este es el texto completo:

El domingo 24 de mayo se celebraron en España unas elecciones municipales y autonómicas que han tenido un resultado determinante de cara al futuro político del país. El Partido Popular, que gobierna a nivel nacional desde 2011, sufrió un duro castigo al perder más de dos millones y medio de votos y más de 26.500 concejales en toda España, en comparación con los comicios de hace cuatro años, cuando alcanzó las mayores cotas de poder territorial. A pesar de ser el partido más votado, son unos resultados insuficientes, ya que le dificultan el poder formar gobierno en una larga lista de sitios en los que eran considerados como sus bastiones como Madrid, Valencia, Valladolid, etc. Por tanto, se trata de un serio varapalo que podría tener importantes consecuencias en el corto plazo, especialmente teniendo en cuenta que los españoles volverán a acudir a las urnas a final de año en las elecciones generales.

El Partido Socialista, por su parte, no puede presumir sacar mucho pecho, ya que ha perdido más de 600.000 votos. No obstante, el hecho de que haya ganado en regiones como Extremadura o Asturias ayuda a maquillar sus resultados. Además, debido al complejo sistema electoral español, en el que es necesaria una mayoría absoluta para formar gobierno, las coaliciones con otros pequeños partidos le podría dar el acceso al gobierno en muchas ciudades y comunidades autónomas. Por ello, el nuevo líder de los socialistas, Pedro Sánchez, salva los muebles en esta elección. Sin embargo, de lo que sí debería preocuparse el PSOE es de cómo el nuevo actor que el año pasado irrumpió en la escena política española, Podemos, está superándole por la izquierda en algunas plazas importantes, como Madrid o Barcelona, donde los socialistas han dejado de ser la segunda fuerza. Y es que las dos principales ciudades de España han visto cómo dos plataformas ciudadanas que se estrenaban en las urnas han conseguido un apoyo muy importante que, gracias al juego de pactos, pueden hacerse con las alcaldías. Por ello, Ada Colau y Manuela Carmena, dos figuras que proceden del ámbito ideológico de la izquierda, han sido muy hábiles a la hora de liderar sendos proyectos (“Barcelona en Comú” y “Ahora Madrid”) que han sabido recoger el desencanto de los votantes. Amparados por Podemos, se han convertido en la gran sorpresa de estas elecciones.

Otra de las conclusiones principales del 24 de mayo es que el bipartidismo está herido de muerte en España. En los últimos 25 años la joven democracia española se ha caracterizado por tener dos grandes partidos, Partido Socialista y Partido Popular, que se han ido alternando en el poder. A partir de ahora, la tendencia es que habrá cuatro fuerzas políticas que reorganizarán el mapa político: PSOE, PP, Podemos y Ciudadanos

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. Esta última formación, liderada por el joven Albert Rivera, tenía unas elevadas expectativas de voto que ha conseguido alcanzar en buena medida. Por ello, se abre una nueva página de la Historia de España, en la que nuevas formaciones, nuevos líderes y nuevas formas de hacer política son cada vez más demandadas por los ciudadanos.

Las urnas mandan y, por ello, los políticos deberían escuchar y actuar en consecuencia.

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