Desde 1775 hasta 1779, España permaneció oficialmente neutral en la guerra de Independencia de los Estados Unidos (1775-1781). Sin embargo, al cuarto año de la contienda, Carlos III hizo público el apoyo a las trece colonias que, desde 1775 de manera secreta, había ofrecido.
España arrastraba varias décadas de inestabilidad con Gran Bretaña. La guerra de los Siete Años (1756-1763) trajo numerosas pérdidas humanas y una reconfiguración territorial que afectó a la administración española de La Habana, Manila y Florida. Además, la cercanía diplomática de los británicos con los vecinos portugueses complicaba todavía más la situación.
En este contexto, en el que Gran Bretaña luchaba por calmar la revolución de los colonos norteamericanos, España firmó con Francia el Tratado de Aranjuez (1779). Un acuerdo que confirmó la intervención española en la guerra de Independencia de los Estados Unidos. Con la rúbrica del Tratado de Aranjuez comenzó la guerra anglo-española (1779-1783), que pasó a la historia como un conflicto entre británicos y españoles en el marco de la guerra de Independencia norteamericana.
Este conflicto consagró a Bernardo de Gálvez como uno de los militares más prestigiosos y laureados de la historia de España en Norteamérica. Como gobernador de la Luisiana, que España recibió en 1763 tras la firma del Tratado de París, lideró el intento de recuperar La Florida y acabar con la presencia británica en el golfo de México.
Antes de luchar por Pensacola, Bernardo de Gálvez organizó la conquista de Mobile, que, obligatoriamente, implicaba la toma del Fuerte Charlotte. Entre unidades regulares de regimientos españoles y milicianos, consiguió reunir en 14 barcos a 1.300 hombres, por debajo del número estimado para llevar a cabo la campaña.
Las tropas británicas, lideradas por el general Campbell, estaban afincadas principalmente en Pensacola. En Mobile, cuando recibieron la noticia de la aproximación de los hombres de Gálvez, apenas había entre 200 y 300 británicos. A finales del mes de febrero, los españoles comenzaron el asedio al Fuerte Charlotte.
En los primeros días de marzo y ya con parte del fuerte abierto, Bernardo de Gálvez solicitó la rendición de los pocos británicos allí presentes. La capitulación de los hombres de Campbell no sucedió hasta casi dos semanas después. Durante días, los españoles habían castigado el fuerte.
El 12 de marzo, los británicos izaron la bandera blanca. El 13 capitularon. Y el 14 de marzo, los españoles tomaron el control del Fuerte Charlotte. Una conquista clave en términos estratégicos por la ventaja posicional que otorgó para preparar el asalto definitivo a Pensacola.
La labor de Bernardo de Gálvez en la recuperación de La Florida fue clave para distraer a las tropas británicas de su contienda principal contra los revolucionarios de las trece colonias del norte. Por esta razón, y por muchas otras hazañas, el primer presidente de Estados Unidos, George Washington, otorgó a Bernardo de Gálvez el título de Ciudadano Honorífico. Desde entonces, por éxitos como el de la batalla del Fuerte Charlotte, Bernardo de Gálvez es considerado uno de los padres fundadores de Estados Unidos.