Este mes se cumplen 233 años de la fundación de la segunda ciudad más importante de Estados Unidos, Los Ángeles, a cargo de un español, Felipe de Neve Padilla.
Felipe de Neve Padilla nació en Bailén (Jaén) en 1724. Toda su vida la dedicó a servir al ejército en diferentes frentes en la Península y Europa, hasta que con la categoría de sargento se trasladó a América a entrenar a las milicias de la zona. Tras demostrar su buenas dotes para la administración de bienes y su experiencia militar en la Nueva España, en 1774 alcanzó el cargo de teniente coronel de caballería y, el 18 de octubre de 1775, se convirtió en el cuarto Gobernador de Las Californias, una zona que unió bajo el poder español hasta 1882 a las actuales California, Baja California y Baja California Sur.
Como gobernador se dedicó a gestionar de manera eficaz los recursos disponibles, formar a los pobladores y crear nuevos pueblos. Centrado en esta labor, en 1781, con la aprobación del rey Carlos III, fundó en la costa El Pueblo de Nuestra Señora de la Reina de Los Ángeles de Porciúncula, con 44 personas españolas, indígenas y mestizas. Un total de catorce familias que formarían los inicios de Los Ángeles, la que hoy en día es la segunda ciudad más poblada del país, después de Nueva York, con 3,79 millones de habitantes.
En reconocimiento a la fundación por parte del español de la ciudad, actualmente en un parque llamado La Placita en el centro de Los Ángeles (en Olvera Street), se halla una estatua de Felipe de Neve y en el escudo de oficial de la ciudad, además de la referencia a su historia bajo poder mexicano y posterior adhesión a los Estados Unidos, aparece el escudo de Castilla y León.