El pasado mes de junio, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció la apertura de una embajada en La Habana 54 años después de que la ruptura de relaciones diplomáticas entre los dos países. En la madrugada del 20 de julio se han restablecido de forma oficial las relaciones entre ambos países que marcarán el avance definitivo de la apertura de Estados Unidos con Cuba, negociada en secreto durante 18 meses y anunciada por Obama y Raúl Castro el pasado 17 de diciembre.

A pesar de la importante del anuncio que dejará atrás más de medio siglo de ruptura, tensiones y desconfianza mutua, este no estuvo exento de matices ya que Estados Unidos sigue esperando que la isla sea un país democrático y que el régimen comunista respete los derechos humanos. Por su parte, entre las consideraciones, los mayores peros a la relación los puso la parte cubana, que por boca de su canciller, Bruno Rodríguez, afirmó que la relación nunca será normal hasta que se levante el «bloqueo económico» y Estados Unidos devuelva el territorio de Guantánamo.

El histórico paso ha sido posible tras cuatro rondas de negociaciones de alto nivel tanto en La Habana como en Washington. Además, Obama y Castro protagonizaron, durante la Cumbre de las Américas en Panamá en abril y después de medio siglo, el primer cara a cara formal entre un presidente de EEUU y uno cubano.

La decisión de Obama de iniciar conversaciones con La Habana llegó después de años de cambio político entre la comunidad cubanoamericana de Florida, estado clave para las elecciones presidenciales, donde las nuevas generaciones de cubanoamerianos no participan del rechazo a Cuba. Concretamente, un estudio de la Universidad de Florida revelaba el año pasado que un 68% de los cubanos de Miami veían favorablemente el restablecimiento de relaciones.