Aunque de formación es arquitecto, Iván Vélez Cipriano (Cuenca, 1972) también es escritor especialista en la historia. Ha escrito, entre otros, Agua, hombres y máquinas en la España preindustrial o El mito de Cortés. También ha colaborado en otras obras como Contra los mito y sofismas de las «teorías literarias» posmodernas; Gustavo Bueno: 60 visiones sobre su obra o The invidiual and utopia. En esta entrevista habla de su combate contra la Leyenda Negra española, propaganda que analiza, cuestión a cuestión en su libro Sobre la Leyenda Negra (prologado por Mª Elvira Roca Barea). Este libro sirve como análisis de la verdadera identidad histórica de España a través de un concienciado estudio en el que priman los datos y riguroso estudio.
¿Por qué ha triunfado el discurso de la Leyenda Negra sobre la historia de España?
La pregunta muestra hasta qué punto existe una pugna entre historia y propaganda. En lo que respecta a España, conectada a otra idea tan denostada como la de imperio, la propaganda desplegada contra ella se mantiene desde hace siglos, y su triunfo se debe en gran medida a la interiorización que españoles e hispanos han hecho de ella, dejando de lado las fuentes históricas y asumiendo los estereotipos y deformaciones de los hechos.
¿Fue la colonización española de América tan violenta como algunos tratan de mostrarla?
El término colonización, como bien señaló Levene, no me parece adecuado al hablar del Imperio español, pues este no se implantó con estructuras colonizadoras sino civilizadoras. La ciudad y las instituciones españolas –jurídicas, económicas, religiosas- son las que se asientan en el Nuevo Mundo y le dotan de su actual rostro. El proceso, especialmente en sus primeras fases, tuvo, en efecto, episodios de violencia, inevitables en toda expansión política de tal escala. Sin embargo, toda la legislación fue tendente a la protección del indio y la búsqueda de su integración en las estructuras imperiales de la época.
Libros como el suyo y el publicado por Elvira Roca tratan de poner luz sobre tantas sombras historiográficas. ¿Piensa que está calando en la sociedad la mitificación negativa de la historia de España?
En algunas áreas de la población se detecta un interés creciente por el conocimiento de la historia de España que combata la hispanofobia ambiental. Cada vez son más los que, a ambos lados del Océano, se despojan de complejos. Por otro lado, el Imperio español produjo una inmensa cantidad de documentación que cada vez es más accesible al público. Todo ello opera, a mi juicio, contra la Leyenda Negra.
¿Cree necesario introducir en el currículum académico el verdadero papel histórico de España en América y en EEUU?
Sin duda. Si uno echa un vistazo a la toponimia estadounidense se da cuenta enseguida de la profunda huella hispana existente. Los Estados Unidos, pese su inequívoco origen anglosajón, pertenecen a un continente configurado en gran medida bajo el prisma español. Por otra parte, el crecimiento de la población hispana dentro del país, y del propio idioma español, exige la incorporación de contenidos relacionados con este colectivo. Dicho esto en relación a los Estados Unidos, en lo referente al resto del continente, la incorporación del papel histórico de España al curriculum académico de naciones que surgieron de la propia transformación de aquel imperio, es algo inexcusable si se quiere comprender lo sucedido desde 1492 hasta nuestros días.
¿Considera que el indigenismo es uno de los puntales de la Leyenda Negra española?
El indigenismo es, en efecto, el puntal principal de tal leyenda. Desde la obra de Las Casas, tan útil para los imperios depredadores europeos, la cuestión del indio, un indio a menudo resultado de una abstracción, es el principal frente de ataque al Imperio español. Un frente que, alimentado durante mucho tiempo en contextos clericales, recobró su beligerancia en el siglo XIX, cuando se configuran las naciones políticas hispanoamericanas y se trató de convertir en un paréntesis la presencia española en América buscando legitimidades y héroes prehispánicos.
Hoy, el indigenismo es una potente herramienta para atacar la unidad de las naciones hispanas, incluyendo la propia España, en la que brotaron una serie indigenismos, primero de aliento racista y luego de rasgos culturales, en territorios como Vascongadas, Galicia y Cataluña.