En esta entrevista hablamos con Jesús Maeso de la Torre, académico correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, sobre su último libro «COMANCHE» y la importancia española en lo que es ahora Estados Unidos. El autor nos desgrana algunas claves para entender el papel de la herencia hispana en Estados Unidos y comenta lo importante de reivindicar el papel que tuvo España en la historia estadounidense. Maeso de la Torre es, entre otras muchas cosas, escritor,  investigador, articulista y profesor, en esta ocasión conversa con The Hispanic Council para presentar su novela y remarcar la importancia de difundir el pasado común de España y Estados Unidos.

¿Por qué existe ese desconocimiento en los EE.UU sobre la herencia hispana y el papel que jugó España en la formación de los EE.UU?

Siempre hemos tenido muy mala prensa en el mundo angloparlante, interesado en convertirse en el único adalid de Occidente. Craso error. Sin la ayuda de España, Carlos III, Bernardo de Gálvez o el almirante Córdoba por mar, las 13 colonias primigenias jamás habrían conseguido la Independencia. Y desde el Missouri hasta las costas de California, y desde Arkansas hasta Tejas, -que no lo olviden- pertenecían a la corona de España. Esta novela viene a hacer justicia a esa presencia hispana de tres siglos en los EE.UU.

¿Cómo de necesario es hacer una novela que ayude a reivindicar la herencia hispana de EE.UU?

Al ser nombrado académico correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española con sede en Nueva York, constaté el gran amor que en estados como Nuevo Méjico, Tejas y California se le tenía a su ascendencia española, por lo que pensé que había que reivindicar nuestra presencia allí. Con el descubrimiento de América el mundo se transformó y dejó de imaginarse para hacerse real. Y eso le correspondió a España. Pero en cambio se ignoraban las grandes gestas de los conquistadores y colonizadores, como Juan Bautista de Anza, fundador de San Francisco, donde posee una estatua ecuestre. Era hora de divulgar esa imprescindible huella hispana en los EE.UU

¿Qué podemos hacer para seguir desarrollando y promoviendo el papel de lo hispano en EE.UU?

Contar la verdad, no despreciar nuestra historia y procurar hacerla visible. Que de una vez por todas la Leyenda Negra prescriba. El encuentro con los pueblos indios de América del norte fue violento, sí, pero no hubo genocidio, pues los españoles instauraron la “Paz del Mercado”, por la que comanches, apaches, teja y yuma, pudieran comerciar y vivir en paz en los poblados hispanos y participar de la estructura social de la Corona. Eso nunca lo hicieron los anglosajones para los que «el mejor indio era el indio muerto» (General Sherman). Dejamos universidades, ciudades, presidios, idioma y una población mestiza. Eso no se debe ignorar en los EE.UU

Su novela combina hechos históricos con una historia trepidante ¿Diría que la historia de España en EE.UU es en sí misma una aventura?

La historia de los EE.UU es verdaderamente una epopeya fascinante. Pero en ella no se puede ignorar a los “Dragones de Cuera, o del Rey”, un formidable cuerpo de caballería con uniforme azul y sombrero de ala ancha que contuvo a las tribus indias en la frontera de Nueva España durante siglos con un valor indómito, y defendiendo un territorio que iba desde Nueva Orleans hasta San Francisco, o sea varias Españas juntas. Y lo hicieron con un orden, una valentía y una dedicación encomiables, que concluyó con la célebre “Paz de Anza”, que duró medio siglo. O sea, convivencia pacífica entre españoles e indios, a los que se enseñó a cultivar las tierras y ganados, embrión de los vaqueros norteamericanos.

¿Cómo es que los propios españoles nos olvidamos del papel que jugamos en la historia?

Los españoles somos unos pésimos contadores de nuestro pasado. Hemos carecido de un Giorgio Vassari que exaltó a sus compatriotas italianos narrando las glorias imperecederas de Italia desde los tiempos más remotos. Inglaterra, Holanda o Francia, consiguieron que minimizáramos nuestro propio pasado y que lo cubrieron de sombras, que hemos interiorizado durante cuatro siglos. Es llegada la hora de reclamar al mundo la riqueza civilizadora de España y sacudir del polvo del desprecio las heroicidades de hombres como Hernando de Soto, Cabeza de Vaca, Oñate, Cortés, Alvarado, Gálvez o Anza en territorio estadounidense, digno de series televisivas, películas y libros, hoy en manos exclusivas de la cultura anglosajona, desgraciadamente.

¿Habrá más historias de comanches que nos permitan disfrutar a la par que aprendemos más de nuestra historia?

Amo tanto la historia y la literatura que cualquier época me complace para recrearla y evocarla, y esta época y este tema me han magnetizado. Es tal la riqueza de nuestro pasado en los EE.UU, que sobran los pasajes dignos de ser novelados. Mi capitán de dragones, Martín de Arellano y la princesa Aolani de Alaska siguen vivos literariamente y volveré a recuperarlos. La aventura histórica de España fue espectacular, pues con el descubrimiento del Nuevo Mundo cambiamos el destino de la Humanidad, a pesar de los ingleses.