Entrevistamos a Jordi Cañas, historiador y eurodiputado por Ciudadanos (Renew Europe). Charlamos con él sobre la importancia de defender la historia de España a nivel internacional, las cuestiones a trabajar para revertir los ataques al legado hispano y si debemos estar orgullosos de ese legado universal que es la hispanidad.
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Aunque ahora esté embarcado en la vida política, usted es historiador de formación. Ante la celebración del 12-O ¿Tenemos motivos para celebrar y sentirnos orgullosos de esta fecha?
Yo creo que sí, que tenemos motivos para celebrarlo. Pero tenemos unos motivos diferentes a los que se podían tener en el momento en que se planteó, a principios del siglo XX, la celebración del ‘Día de la Raza’, que después pasó a llamarse, a finales de los años veinte, el Día de la Hispanidad.
En la actualidad, tenemos un punto de vista diferente a lo que significaba esta fecha, pero, evidentemente, tenemos que celebrar lo que significó el encuentro, el descubrimiento mutuo. Por una parte, los europeos descubrieron América, una tierra ignorada por ellos, pero también las poblaciones americanas se encontraron por primera vez en la historia de la humanidad territorios que nunca habían tenido poblaciones compartidas.
Se produjo un encuentro que ha significado al final una fusión cultural, una fusión humana. Evidentemente, ha tenido luces y sombras, como toda la historia de la humanidad, pero, desde luego, es una fecha histórica, es el principio de la modernidad. Un momento que marca seguramente el inicio de esa visión del mundo global. Por fin el conjunto del planeta es consciente de sí mismo.
Por lo tanto, sí que es una historia que merece la pena ser recordada y es una fecha que merece la pena celebrar conjuntamente con nuestros hermanos latinoamericanos.
A nivel de reputación como país ¿somos conscientes de la importancia y la riqueza de la historia de España?
No somos conscientes. Como país, hemos renunciado siempre a conocer nuestra historia. Es probablemente una de las naciones con un pasado más interesante, con una riqueza histórica de lo más plural, y lo ignoramos. Por ejemplo, cuando hablamos de América, muchas veces tenemos la imagen de que los españoles estuvimos en Sudamérica. No somos conscientes de que dos tercios del territorio actual de Estados Unidos fueron parte del Imperio español. No conocemos absolutamente nada de nuestra presencia en Norteamérica, no conocemos prácticamente nada de nuestra presencia en Asia, no conocemos la historia de nuestro país en Europa…. No conocemos lo que significó, en este caso, el descubrimiento de América.
Somos un país que voluntariamente ha decidido ignorar su pasado, y eso es muy malo, porque perdemos referentes de lo que somos, y de la importancia que tuvimos y tenemos; porque, evidentemente, la presencia de España en la historia ha dejado una huella indeleble en la historia de la humanidad a todos los niveles. Con el descubrimiento de América por parte de España empieza la modernidad, y esa modernidad acaba transformando Europa y el mundo. Por lo tanto, yo creo que es uno de los grandes déficits que hemos tenido históricamente, un desconocimiento y una ignorancia beligerante con la historia de nuestro país.
Hay una confusión derivada del post franquismo, que recuerda la historia como una especie de añoranza imperial, que ha hecho mucho daño al encuentro entre el presente y la historia. La utilización la historia de España que se hizo durante el franquismo es una visión muy romántica, muy simplificada, me parece, incluso hasta estereotipada de España. Pero esa utilización que hizo el franquismo de ciertos momentos de la historia de España tuvo como reacción una especie de “vamos a ignorar eso, no vamos a recordarlo”, cuando eso es un profundo error.
España tiene una de las historias más ricas. Una historia que es compartida y trasciende de su propio espacio geográfico. Siempre explico que la Constitución de Cádiz de 1812 habla de los españoles de los dos hemisferios. Es una visión global. Incluye también, por ejemplo, Filipinas. No somos conscientes del patrimonio que tenemos y, si no lo somos nosotros, es muy difícil que podamos comentarlo. Así, nuestros mejores historiadores, o aquellos que se han acercado más a la historia de España, han sido muchas veces los extranjeros. Por eso es tan importante el papel de los hispanistas, para reivindicar a España sin complejos desde una visión más abierta.
En las instituciones internacionales, como en la que usted trabaja, ¿Qué percepción hay de esta historia? ¿Se defiende nuestra imagen e historia lo suficiente?
Nosotros tenemos previsto hacer una exposición sobre el Galeón de la China, que fue la primera gran conexión transpacífica y trasatlántica entre Filipinas y México y México y Europa. Es la primera vez que se une el continente europeo y el continente asiático a través de Estados Unidos con un comercio desde Filipinas hasta Acapulco y después desde Veracruz hasta Sevilla.
Eso aquí es absolutamente desconocido, como es desconocido que España fue el primer país que dio la vuelta al mundo y lo que ello significó a nivel comercial. Este año vamos a hacer también una gran exposición sobre el “Real de a ocho”. Fue la primera gran moneda global. Fue una moneda española de la cual después derivó el dólar.
Hay un desconocimiento muy profundo, porque en muchas ocasiones desconocemos nuestra historia. Nosotros, desde Ciudadanos y desde Renew Europe, tenemos la intención de explicar la historia de España, que es también nuestra historia europea. Explicar cómo España, a través de su historia, encadena una parte de la historia de la humanidad. Queremos traerlo aquí a Europa, porque también es una historia europea la Casa de Indias de Sevilla, por ejemplo, pues había muchos comerciantes europeos que establecían allí sus negocios y sus asentamientos comerciales para participar del comercio americano. Queremos desde aquí dinamizar ese conocimiento para también trasladarlo a España. Queremos triangular desde España a Europa y desde Europa a España para profundizar y ampliar ese conocimiento.
De nuevo, un 12 de Octubre más, veremos ataques de aquellos que reniegan del legado hispano en el mundo ¿Qué les diría a los que consideran que este día es un día para la vergüenza?
Yo puedo entender a aquellos que no acaben de ver que el 12 de octubre sea la fiesta nacional. Pero, desde luego, el 12 de octubre es la fiesta es la Hispanidad. Esa es la gran fiesta entre España e Iberoamérica. De hecho, el propósito en origen del 12 de octubre, el día de la Raza que después se convirtió en el Día de la Hispanidad, era justamente fomentar esa unión entre España e Iberoamérica. Esa es la idea de la Hispanidad.
Muchos de los que atacan el 12 de octubre en realidad lo que atacan es España. Fueron los separatistas catalanes o vascos los que empezaron a promover los eslóganes de ‘no hay nada que celebrar’, a los que posteriormente se sumaron los movimientos de extrema izquierda que quieren atacar la propia idea de España.
Yo pienso que lo que tenemos que hacer es una reflexión de qué es y qué valores se potencian en esta fecha. Es evidente que el 12 de octubre en la actualidad está muy alejado de algunos estereotipos que se tenía hace unos años. Para mí, el 12 de octubre es el gran encuentro entre España e Iberoamérica, ese nexo común que es la cultura, que es nuestro idioma, que es nuestra historia cruzada. Y, desde luego, nadie está celebrando una conquista, sino un encuentro.
Aquellos que defendemos España, pero también defendemos su legado cultural, su historia -con sus luces y sombras, evidentemente-, lo que no podemos permitir es que algunos, utilizando incorrectamente la historia o manipulándola, desnaturalicen una fecha que en el fondo lo que tiene que hacer ahora es acercarnos, ayudar a conocernos y conocer nuestra historia para construir juntos un futuro.
Finalmente, a su juicio, ¿Qué valores ha aportado el legado hispano a la historia universal? ¿Qué podemos aprender de ellos y cómo podemos defenderlos mejor en todos los ámbitos (político, cultural, académico, sociedad civil…)?
Bueno, es una pregunta difícil, porque el propio legado hispano es un concepto romano. ¿Qué hemos aportado desde la Península Ibérica a la historia de la humanidad? Primero, hemos participado de ella y hemos participado muy activamente. De hecho, seguimos participando, aunque sí que es cierto que hubo un momento donde España lideró las transformaciones globales. España tuvo uno de los imperios más grandes de la historia de la humanidad. El Imperio español era básicamente una proyección de España en las tierras que habían sido descubiertas y que se incorporaban como territorios de la Corona. Una fórmula muy diferente y semejante a aquella utilizada por el Imperio Romano, con una voluntad de conquista y asimilación o integración, de fusión, de mezcla. No se parece tanto a, por ejemplo, el Imperio británico, que tenía una visión mucho más mercantilista y extractiva. No quiero decir que el Imperio español no extrajera riquezas de los territorios que controlaba, pero utilizaba los mismos mecanismos de extracción de riquezas que se tenían en Almadén extrayendo mercurio.
Nuestra principal aportación es el idioma. Realmente el gran legado -aparte de la proyección de los valores humanistas, cristianos y europeos en América-, es el idioma. Un hilo común, un idioma global, el segundo idioma más hablado del mundo. Es un idioma de cultura, de conocimiento, de comunicación, que nos enriquece a todos y nos hace participar de lo global. Si tuviésemos que hacer un resumen de qué ha aportado España al mundo, sin duda diríamos que el idioma, la capacidad de convertir nuestro idioma en un idioma global. Eso es algo que algunos no nos perdonan, pero que para nosotros es motivo de orgullo.
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