Emma Cahill Marrón es Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Murcia y está especializada en la investigación del mecenazgo cultural y artístico de la reina Catalina de Aragón en Inglaterra. La proyección del liderazgo femenino en la corte de los Tudor también es uno de sus áreas de interés. Asimismo, ha estudiado los intercambios culturales y artísticos entre la monarquía española y la dinastía de los Tudor con especial énfasis en las artistas femeninas de Italia y Países Bajos. En abril, Emma participó en un evento celebrado en el Congreso de los Diputados de Madrid para explicar el papel geopolítico de las reinas españolas en la historia. Allí se presentó como «una investigadora española que combate la leyenda negra en Estados Unidos».
¿Cómo y con qué éxito se lleva a cabo ese combate contra la leyenda negra en Estados Unidos?
Creo que la clave está en enfocarlo desde varios ámbitos para poder llegar a más personas. En mi caso, lo hago de tres maneras: desde mis investigaciones, desde el ámbito de la divulgación y, por último, en mi trabajo diario tratando de concienciar a la gente de mi entorno en Estados Unidos sobre estas cuestiones. Por ejemplo, considero que mi participación en la iniciativa pionera del Museo del Prado, El Prado en femenino, ha sido clave para reivindicar la importancia de mujeres como la reina María Tudor, nieta de los Reyes Católicos e hija de la reina doña Catalina de Aragón y Castilla. Esto ha sido clave para comenzar a revertir la propaganda antihispánica que le ha llevado a ser conocida históricamente como María la Sanguinaria. En el segundo de los casos, tengo un compromiso con la divulgación cultural que tiende puentes entre la cultura hispánica y aquellos que hablan inglés. Para ello llevo a cabo iniciativas como mi próxima colaboración con el Instituto Cervantes de Londres donde impartiré un curso en inglés sobre la diversidad en el mundo hispánico junto a otros especialistas. En el tercero de los casos, me gusta introducir datos curiosos en mis conversaciones con colegas y amigos sobre la influencia de la cultura hispánica en Estados Unidos. Después de la inicial sorpresa, la respuesta siempre es positiva. Los estadounidenses son personas acostumbradas a la diversidad y suelen ser receptivos a este tipo de información si se presenta desde un punto de vista del enriquecimiento y no la confrontación.
Tu campo de investigación es el legado artístico y cultural de la reina Catalina de Aragón en Inglaterra, además de la construcción de su imagen y de su poderío femenino en la corte de los Tudor. ¿Cuál es tu experiencia a la hora de trabajar, investigar y abordar estos periodos históricos?
Mi trabajo tiene mucha mejor recepción en España y Estados Unidos que en Inglaterra. La figura del rey Enrique VIII, famoso por tener seis esposas y por iniciar la Reforma Anglicana, forma parte integral de la construcción de la identidad inglesa. A pesar de que en la actualidad los investigadores del periodo Tudor tienen una visión más crítica de su reinado, su peculiar vida sentimental sigue teniendo como principal consecuencia que las seis mujeres con las que se casó sean analizadas en conjunto. Esto es incluso teniendo en cuenta que su primera esposa fue reina de Inglaterra durante un más tiempo que las otras cinco esposas del rey juntas. Es preciso también revindicar que la reina Catalina es la única de estas figuras históricas con un verdadero impacto a nivel europeo ya que fue una mujer pionera en la diplomacia y la educación femenina. Su condición de consorte de origen extranjero también ha tenido un gran impacto en la investigación puesto que muchos de estos historiadores no conocen el castellano u otras lenguas latinas. Si lo sumamos al hecho de que el fin de su matrimonio se encuentra vinculado a la ruptura de Inglaterra con el catolicismo, la reina Catalina fue tradicionalmente denostada como una fanática religiosa que fue incapaz de aceptar que no había dado un heredero al rey. Pero esto no fue así ya que su hija fue la primera mujer en sentarse en el trono de Inglaterra como María I. En la actualidad, la tradicional visión paternalista y xenófoba del reinado de María está siendo criticada por muchos investigadores en lo que parece un giro en Inglaterra hacia un europeísmo asociado a las graves consecuencias que ha tenido el Brexit. En el caso de Estados Unidos, existe un gran interés por entender el papel jugado históricamente por las mujeres en el poder debido al auge del movimiento social Me Too. Y en España existe una explosión de los estudios en torno al arte y las mujeres de la Monarquía Hispánica gracias a la influencia del trabajo que está realizando la Dra. Noelia García Pérez. El Prado en femenino ha sido un éxito rotundo que demuestra que la sociedad española tiene una nueva sensibilidad sobre el papel histórico de las mujeres en España.
¿Está el legado hispano de EE. UU. despertando un creciente interés en el país? En caso afirmativo, ¿a qué se debe?
En términos generales, considero que el legado hispano en Estados Unidos goza de gran salud. Se debe al proceso de asimilación de la culturas hispana como parte integrante de la diversidad del país. Son una minoría pujante y en proceso de expansión debido a que introducen nuevos elementos que se alejan de la tradicional cultura puritana WASP. En el centro está el cambio de paradigma sobre cómo afrontar la vida y cuáles son aquellas cosas que hacen de una cultura algo rico como la gastronomía o la música, por poner dos ejemplos muy claro de riqueza hispánica. Frente a otras generaciones previas donde la asimilación a la cultura WASP era preferible, las nuevas generaciones de estadounidenses con raíces hispanas y latinas reivindican con orgullo sus orígenes. El español vuelve a ser la lengua materna de muchos hijos de emigrantes nacidos en Estados Unidos porque existe una percepción positiva de aprender esta lengua como base de la cultura hispana y latina. También hay muchos estadounidenses que quieren que sus hijos estén expuestos a otras culturas e idiomas, un rasgo muy propio de la generación millennial que ha estado mucho más acostumbrada a convivir con otras culturas desde la diversidad y no la confrontación. Los embates a los que han sido sometidos como miembros de una generación en constante crisis les han proporcionado herramientas para comprender a aquellos que vienen de culturas menos privilegiadas. Muchos de los que ahora llevan a sus hijos a colegios bilingües de español han estudiado en el extranjero y, por ello, valoran la diversidad como algo positivo en la crianza de la siguiente generación de estadounidenses. Es por ello por lo que las personas que desean revertir esta situación atacan la lengua de Cervantes, les recuerda que ellos no tienen las habilidades lingüísticas que se requieren en el Estados Unidos actual.
El español crece a pasos agigantados en Estados Unidos. ¿Qué razones explican el interés por nuestro idioma compartido? ¿Cómo crees que podríamos reforzarlo?
En este caso la respuesta es clara; estamos asistiendo al dominio total en la industria musical del español. Solo hay que fijarse en las meteóricas carreras de artistas como Rosalía o Bad Bunny. Cuando yo llegué a Estados Unidos en 2016 nunca escuchaba música en español cuando iba a hacer la compra mientras que ahora me hallo tarareando las canciones del Moto Mami cuando estoy eligiendo la fruta. Creo que después de la devastadora pandemia mundial que hemos vivimos muchas personas se han replanteado su manera de vivir. Creo que la música en español y la manera de afrontar la vida que predomina en la cultura hispana se está haciendo un hueco muy importante entre aquellos que están realineando sus prioridades y su equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Cada vez más gente en Estados Unidos busca ser dueña de su tiempo para poder disfrutar intensamente de la vida personal buscando un equilibro con la vida laboral. Esto también viene asociado a un nuevo cambio de paradigma asociado con la salida de la generación boomer de la vida laboral estadounidense y la llegada de la generación millennial a los puestos de responsabilidad. En mi opinión, para reforzarlo debemos de ser respetuosos con aquello que está en la génesis de la identidad estadounidense a la vez que reivindicamos la cultura hispana como parte integral del nacimiento de Estados Unidos. Reivindicar lo hispano no debe hacerse desde la contraposición a las otras culturas que han formado a este país. Debemos de poner sino el foco en aquellas colaboraciones interculturales que han hecho de Estados Unidos el país más diverso del mundo.
*Durante la elaboración de esta entrevista, la doctora Emma Cahill ha realizado «un importante descubrimiento íntimamente relacionado con este intercambio cultural». Ha sido durante la investigación de la colección de retratos en miniatura que custodia el Museo Nacional del Prado, cuando ha identificado una representación previamente sin identificar de Benajmin Franklin. Cahill asegura que «es muy probable que este retrato se realizara cuando ejerció como primer embajador de Estados Unidos en Francia».*