Florida es conocido como uno de esos swing state por excelencia de la política americana, es decir, los estados que tienden a cambiar de partido de una forma más fácil y que por lo tanto tienen mucha importancia tanto para los republicanos, como para los demócratas. Además, es uno de los estados que tiene una de las comunidades hispanas más grandes, principalmente de origen puertorriqueño y cubano, y donde se presentan una gran cantidad de candidatos hispanos. Dada su relevancia en la política estadounidense analizamos lo sucedido con el voto hispano en estas midterms 2018 en el estado Florida.
Lo primero que se debe remarcar es que los republicanos obtuvieron más votos de los hispanos en estas elecciones que en los que logró Donald Trump en el 2016. Esto nos puede indicar que el Partido Republicano está teniendo una buena estrategia en este estado para ganarse el apoyo de la comunidad hispana y es de destacar el esfuerzo del partido por conseguir apelar al voto de esta comunidad. El candidato republicano Rick Scott, que ganó su candidatura al Senado, invirtió 4 millones de dolares en publicidad en castellano, más que ninguna otra campaña en 2018
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. Por otro lado, el también republicano Ron DeSantis, nuevo gobernador del estado, estuvo bien apoyado por la empresaria hispana Jeanette Nuñez, lo cual contribuyó a su victoria, en la que obtuvo un 13% más de votos por parte de la comunidad hispana con respecto a la anterior elección a gobernador.
Sin duda Florida ha representado la buena noticia para los republicanos en lo que voto hispano se refiere, puesto que en otros estados con amplia presencia de esta comunidad, como Arizona o California, la falta de apoyo de los hispanos les ha hecho perder elecciones. Las tendencias electorales históricas nos indican que el Partido Demócrata tiende a tener más facilidad para captar el voto hispano, pero cuando los republicanos han invertido recursos en apelar a ese voto también han sabido ganarlo.
El caso de Florida en 2018 es un claro ejemplo de la importancia que tiene ganar el voto hispano en determinados estados, a la par que constata una vez más lo fundamental que es el uso del español en las campañas electorales estadounidenses. Demócratas y republicanos deberán seguir batallando por ese sector de la sociedad que en un futuro próximo será más relevante, aún si cabe, en la política americana.
