La semana pasada el Tribunal Supremo de Estados Unidos aprobó, con 6 votos a favor y 3 en contra, el texto de la Patient Protection Affordable Care Act (ACA), más conocida como Obamacare, que formula un sistema de ayudas públicas para que los ciudadanos de bajos recursos puedan contratar un seguro sanitario en el mercado federal.
La ley, impulsada en 2009 por el presidente Barack Obama, fue demandada ante la Corte Suprema por los “fallos en el lenguaje específico usado en la ley”. Tras varios meses de trabajo, los miembros del Tribunal Supremo han declarado constitucionales los subsidios a las personas que se acogen al Obamacare. El presidente de la Corte, John Roberts, declaró que “el ACA se aprobó para mejorar el mercado de seguros sanitarios, no para destruirlos”.
Votaron a favor el juez Roberts, Sonia Sotomayor, Ruth Bader Ginsburg, Stephen Breyer, Elena Kagan y Anthony Kennedy y en contra los conservadores Antonin Scalici, Samuel Alito y Claren Thomas.
Se calcula que este sistema de ayudas ha logrado que más de 15 millones de ciudadanos que carecían de seguro de salud pueda disfrutar de uno
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. Los hispanos, son una de las comunidades más afectadas por esta reforma, con más de 4 millones de hispanos con seguro.
Según las estadísticas, más de 10,2 millones de personas se han inscrito para renovar su seguro con el Obamacare y, de ellas, 8,7 millones reciben un subsidio promedio de 272 dólares.
