Archer Huntington, cuyo verdadero nombre era Archer Milton Worsham, nació en la ciudad de Nueva York el 10 de marzo de 1870. Adoptó el apellido Huntington en 1884, cuando su madre, Arabella Duval Yarrington Worsham, contrajo matrimonio con Collis Potter Huntington, un gran empresario del mundo de los ferrocarriles y la construcción naval. De buena posición económica y social, Archer decidió emprender viajes por el mundo con el sueño de poder algún día crear un museo con las obras que iba adquiriendo. Su madre, Arabella, fue quien le inculcó este amor por el arte y la literatura, que posteriormente confluirían en el mundo hispano que cautivó a Huntington.
Había tenido contacto con el mundo hispano anteriormente, pero fue en 1889 cuando acompañó a sus padres en un viaje de negocios a México, donde experimentó la cultura hispánica de primera mano y quedó impresionado tomando la decisión de crear un museo «español», que posteriormente se haría realidad. En 1892 realiza su primer viaje a España y se esforzó por aprender bien el idioma, lo suficiente como para poder escribir versos en español, además de realizar una edición en tres tomos del Cantar de mio Cid, en la cual ofreció por primera vez una versión inglesa completa además del texto español y las notas.
Tras nuevos viajes a España, su biblioteca y colección de cuadros fue creciendo a pasos agigantados. En febrero de 1897, su padre le regaló una propiedad, de nombre Pleasance y tres pinturas españolas de la colección de Collis, que incluían el retrato realizado por Antonio Moro de El Duque de Alba (1549). Por fin Huntington disponía de espacio para albergar una biblioteca. En enero de 1902, compró la codiciada biblioteca del Marqués de Jerez de los Caballeros, una importante colección privada de literatura española antigua de la época.
Finalmente, con unos terrenos adquiridos en el Alto Manhattan, el 18 de mayo de 1904 Archer Huntington formalizó el Acta Fundacional de una biblioteca y museo español de carácter público que se llamó The Hispanic Society of America. El objeto de la entidad sería el «fomento del estudio de las lenguas, la literatura y la historia española y portuguesa». En poco más de un año, el edificio estaba construido, aunque se necesitaron 2 años más para la disposición de las colecciones que estuvieron supervisadas por Huntington.
Un antes y un después de la Hispanic Society lo marcó la exposición de Sorolla. Cuando Huntington descubrió las pinturas de Joaquín Sorolla expuestas en la Grafton Gallery de Londres, comenzó a hacer planes para organizar una exposición en la Hispanic Society al año siguiente. La exposición de Sorolla fue un éxito en Nueva York y la visitaron casi 160.000 visitantes entre el 4 de febrero y el 8 de marzo de 1909. De esta muestra, Huntington tuvo la oportunidad de adquirir algunas obras, incluyendo Después del baño (1908), Bueyes sacando la barca (1903) e Idilio marino (1908).
En 1910 Huntington encargó a Sorolla una serie de grandes pinturas históricas sobre España y Portugal, el encargo de Sorolla sobre las provincias de España se terminó en 1919, pero no se instaló y se abrió al público hasta 1926. En todos estos años Huntington continuó adquiriendo obras de arte y literarias que se albergarían en la Hispanic Society. Otro hito tuvo lugar tras su segundo matrimonio, que contrajo en 1923 con la conocida escultora Anna Vaughn Hyatt, esta creo una escultura de El Cid que se colocó en 1927 en la terraza inferior, convirtiéndose inmediatamente en el símbolo extraoficial de la Hispanic Society.
Huntington moriría en 1955 y poco a poco fue desvinculándose de la administración de la Hispanic Society. Su legado, sin embargo, sigue vivo a través de una de las colecciones de arte y literatura más importantes del mundo y que contribuye al reconocimiento del legado hispano en EEUU.