Roberto Izurieta, Director de Proyectos para América Latina y profesor de la Graduate School of Political Management de The George Washington University, confía en que los hispanos serán una de las claves para las elecciones de 2016.

Comentarista político habitual en CNN y asesor de decenas de candidatos en toda América, Izurieta analiza a los candidatos de ambos partidos, los temas que se tratarán en campaña y la futura salida de Barak Obama de la Casa Blanca.

Ya hay 13 candidatos republicanos y 4 demócratas para la campaña de 2016: ¿habrá sorpresas o apuesta por dos candidatos claros?

El sistema electoral norteamericano es muy abierto, algo muy bueno para la democracia. Países como España o la mayoría de América Latina son más cerrados, hace que la mayoría de los partidos escojan al candidato y ya sabemos cuáles son los resultados… Por ejemplo, en Iowa, la primera contienda es un estado muy pequeño donde cualquier candidato sin reconocimiento de nombre, ni recursos, puede hacer un buen papel. Es generalmente el lugar propicio para que los candidatos nuevos puedan sorprender al país con un triunfo. Eso fue lo que pasó en el caso de Obama, Bill Clinton o Huckabee, Howard Dean y muchos otros. Luego el proceso se vuelve cada vez mas complicado y se requiere mas financiamiento y mejor reconocimiento. Al inicio del proceso generalmente hay sorpresas; luego es más difícil a no ser que un nuevo líder tenga la capacidad de avanzar y construir en función de este primer triunfo, como logró hacer Obama, por ejemplo.

¿Cuáles serán los temas claves de la próxima campaña a un año y medio de que comience?

Seguirá siendo la economía de las familias, más allá de la economía macro y el mercado de valores. Desgraciadamente creo que los problemas de Oriente Medio también seguirán produciendo cierta inseguridad en el electorado.

¿Será necesario un candidato hispano en el ticket de alguno de los dos partidos para llegar a la Casa Blanca?

El electorado hispano en uno de los cuatro pilares para un triunfo demócrata en las presidenciales junto a los jóvenes, las mujeres y la comunidad afroamericana. En 2016 habrá una gran disputa por el voto de los hispanos y se puede interpretar como algo positivo para ella porque servirá para que los líderes afronten en el corto plazo los problemas de los hispanos, incluyendo una reforma migratoria integral.

¿Cree que son los hispanos con derecho a voto conscientes del poder que tienen para decidir quién gobernará el país los próximos 4 años?

Sin duda lo son. Personalmente lo que me preocupa es que les falte más madurez política en algunos casos. Por ejemplo, la comunidad tienen razón en estar resentidos con Obama porque no cumplió su promesa de la reforma migratoria. Algunos, pienso que pocos, quieren castigarlo cambiando su voto al Partido Republicano si fuera necesario, sin analizar cuáles han sido los problemas de fondo para no aprobar la reforma, desde la crisis financiera o el desacuerdo con los republicanos. Los que decidan castigar lo único que van a lograr es que la reforma sea aún menos probable.

¿Terminará Obama su mandato con la aprobación de los hispanos en niveles de 2008 o se han quedado cosas por hacer?  

Creo que cuando pase un tiempo, Obama tendrá un buen historial: supero la crisis financiera con la recuperación económica, logró la reforma sanitaria más importante de los últimos 50 años y fue el primer presidente representante de una minoría de los Estados Unidos.