Juan Francisco de la Bodega y Quadra nació en la ciudad de Lima, en Perú, en el año 1743. Tras iniciar sus estudios Colegio Mayor de San Martín, de la Real y Pontificia Universidad de San Marcos de Lima,  ingresa en la Academia Naval de Cádiz a los 19 años de edad, obteniendo cuatro años más tarde el título de oficial.

Ya en 1775,  bajo el mando del teniente Bruno de Heceta, comienza una expedición hacia el noroeste de la costa de EEUU para reclamar las tierras para España. De hecho, el propósito era ir desembarcando para que esos territorios se reconocieran como españoles, a la par que se identificaban los asentamientos rusos, que amenazaban la soberanía española desde el norte.

El 14 de julio de 1775 alcanzaron las cercanías de Point Grenville, en lo que hoy es el estado de Washington en EEUU. Allí, los nativos, que habían sido inicialmente amistosos con ellos, les tendieron una emboscada masacrando a un gran número de los expedicionarios. Esto hizo que Heceta decidiera regresar a México, pero Bodega y Quadra rechazó esta opción y continuó hacia el norte al mando de la embarcación llamada Sonora. Llegaron hasta Alaska, pero al no encontrar asentamientos rusos regresaron a México.

En 1779 realizó otra expedición a Alaska a fin de afianzar la soberanía española en la zona y tratar de buscar el paso del noroeste. Este viaje completó el complejo proceso de reclamación del Noroeste Pacífico para la corona de España. Gracias a sus logros a Bodega y Quadra se le otorgó la gobernación de San Blas y posteriormente Bodega vivió en Perú y La Habana. Pero su deseo, y destino, estaban en el noroeste de EEUU.

Sobre él recayó la importante misión de negociar los tratados sobre la soberanía del Pacífico noroeste de 1792 con los ingleses. De este modo, Bodega y Quadra se reunió con el capitán británico George Vancouver en la isla de Nutka en agosto de 1792. En el desencuentro de las negociaciones, que fueron amistosas, Bodega propuso dar a la isla en la que se encontraba Nutka un nombre compartido. De esta forma, Vancouver aceptó el nombre de «Isla de Quadra y Vancouver» y de hecho así se recogió en algunas cartas de navegación de la época.

Sin embargo, poco después se borró el rastro de Bodega y Quadra, acortando el nombre al de “Isla de Vancouver” y según algunos historiadores esto se debió al afán de algunos ingleses por borrar la reminiscencia hispana en el territorio a fin de que no hubiera prueba de que España ya había llegado a esos territorios.

Bodega falleció en 1794 pero su legado permaneció vivo. De hecho, muchos accidentes de la costa del Pacífico de Norteamérica han sido nombrados en su honor, como la bahía de Bodega, en California, donde ancló el 3 de octubre de 1775.