Guam es una isla situada en el Pacífico occidental que cuenta con una población cercana a 160.000 personas, políticamente es uno de los catorce territorios no incorporados de los Estados Unidos. Guam está gobernada por un gobernador elegido por voto popular y una cámara de 15 miembros. Este territorio elige un delegado en la Cámara de Representantes que no tiene derecho a voto. Sin embargo, algo que quizá es desconocido para muchos es que esta isla fue territorio español durante más de 300 años y que el legado de este país continúa muy presente en la Isla.
Todo comenzó en la expedición de Magallanes – Elcano, que culminó en la primera circunnavegación, y que llegó a Guam en 1521. Sin embargo, no fue hasta 1662 cuando el misionero jesuita Diego Luis de San Vitores logró el permiso de la reina Mariana de Austria para establecerse en la isla con un grupo de colonos con el objetivo de poder evangelizarla. Desde ese momento, España mantuvo su presencia en Guam de forma ininterrumpida hasta 1898 cuando el territorio pasó a manos estadounidenses.
Durante mucho tiempo Guam tuvo una importancia capital para el comercio español en las rutas del pacífico ya que se convirtió en una parada clave de la ruta del Galeón de Manila. Los misioneros que llegaron inicialmente a la isla fundaron pueblos con el fin de catequizar a la población local y dos lugares fueron realmente importantes: Agaña (actual capital de la isla) y Umatac (al sur). En un primer lugar, estas tareas corrieron a cargo de los jesuitas, aunque las comunidades franciscanas también colaboraron más tarde en dicha empresa.
Precisamente uno de los elementos que delatan esta herencia española en la isla es la religión ya que un 85% de los habitantes de Guam son católicos. Los chamorros, que es como se conoce a la población nativa, muestran con orgullo su herencia hispana también en su idioma: el chamorro. Se estima que cerca del 60% del vocabulario de esta lengua, cooficial en la isla desde 1974 y hablada por 60.000 personas, proviene del castellano y de las palabras que introdujeron los españoles durante su presencia en Guam. Los apellidos españoles son otra muestra de el gran legado hispano que impregna la isla.
Por otro lado, el legado arquitectónico de la isla es menos palpable, principalmente debido a la destrucción que causaron los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y el daño producido por fenómenos naturales como los tifones. Sin embargo, en la plaza de España, el centro neurálgico de la ciudad de Agaña, aún se pueden encontrar algunas estructuras de lo que fue el palacio del gobernador en la época.
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