El voto hispano se ha convertido desde hace una década en vital para los candidatos que aspirar a llegar a la Casa Blanca. El crecimiento del número de hispanos con derecho a voto en el país y de los que alcanzan la mayoría de edad para votar crece exponencialmente cada año. Sin embargo, el poder real del voto hispano no se corresponde con este escenario.
Algunos analistas hablan del fenómeno del “gigante dormido” para explicar el enorme potencial del voto hispano que todavía está por desarrollarse y hacerse realidad. ¿Los motivos de este panorama? Según un artículo del New York Times políticamente hablando los hispanos aún no han desarrollado todo el poder de voto que tienen, a pesar de ser la mayor minoría. Componen el 17% de la población de Estados Unidos y en cambio no tienen más poder que un 3% en el Congreso estadounidense. Y las razones son varias:
– Para tener derecho a voto es necesario tener 18 años, y el 28% de la población hispana es aún menor de edad.
– Sólo el 69% de los hispanos adultos es ciudadano estadounidense, por lo que queda un 31% que no tiene la posibilidad de votar.
– De la población total hispana, sólo el 49% es elegible a voto.
– Viven en estados con mucha población, y los votos en estados de menor tamaño siempre tienen más poder. Esto conlleva que el poder de voto hispano tenga el mismo nivel de repercusión que el voto de los nativos de Alaska.
– La mitad de los hispanos vive en tan solo 65 de los 435 distritos estadounidenses.
Sin embargo, las perspectivas de futuro estiman que “el gigante” pronto se despertará. Actualmente 800.000 jóvenes cumplen la mayoría de edad cada año y el 94% de los niños hispanos es nacido en Estados Unidos, lo que les otorga de forma directa el derecho a voto. La voz política de los hispanos no ha hecho más que comenzar.