¿Qué pueden tener en común un pueblo extremeño de 3.600 habitantes y otro de la Florida estadounidense de 50.000? Barcarrota y Bradenton están hermanadas desde 1962, aunque realmente están relacionadas entre sí desde 1539. ¿Qué les une desde hace seis siglos? Hernado de Soto.
El explorador de origen extremeño desembarcó en la Bahía de Tampa, cerca de Bradenton, aquel 1539. Cuatrocientos diez años después, en 1949, varios habitantes de la ciudad estadounidense fundaron la Sociedad Histórica Hernando de Soto y, desde entonces, conmemoran el acontecimiento cada mes de abril.
Fue en 1962 cuando un miembro de dicha Sociedad visitó Barcarrota, comenzando una relación entre ambas localidades que ha ido cada año a más. Es habitual que, cada abril, un grupo de barcarroteños viajen a Bradenton para participar en la conmemoración del desembarco. Al igual que se ha convertido en tradición que cada mes de septiembre otra delegación floridana viaje hasta Barcarrota para participar en las fiestas locales.
La localidad pacense cuenta desde algo más de un año con la asociación Amigos de Bradenton, que se ha encargado de preparar un programa especial para la visita en septiembre de sus hermanos del otro lado del Atlántico. Además, Bradenton y Barcarrota han puesto en marcha un programa de intercambio juvenil, que ofrece la posibilidad a un joven de cada localidad de pasar tres meses en su pueblo hermano durante el verano.