Por Daniel Ureña, Presidente de The Hispanic Council.
1. Es la seguridad, estúpido.
La CNN organizó anoche desde Las Vegas el quinto debate entre los candidatos a la nominación republicana, que estuvo dedicado por entero a la seguridad. Después de los recientes atentados en París y San Bernardino los aspirantes ofrecieron sus propuestas sobre cómo Estados Unidos debe hacer frente a la amenaza del yihadismo.
2. Trump asegura que no abandonará el Partido Republicano.
Consciente de su buena posición en las encuestas, Donald Trump intentó estar más comedido que en otras ocasiones. Comenzó más calmado, tratando de contener su habitual estilo faltón, pero terminó cayendo en la descalificación personal a sus adversarios, especialmente a Jeb Bush, cuando este le atizaba una y otra vez. Trump fue preguntado sobre la posibilidad de que se presentara como independiente en caso de no conseguir la nominación, un escenario sobre el que se ha especulado mucho en las últimas semanas, y su respuesta fue tajante: no se presentará como independiente. En caso de no ser el elegido, ¿será capaz de mantener su promesa?
3. Cruz, a por los votantes de Trump.
Ted Cruz acudía a este debate con la intención de consolidar su impresionante crecimiento en las encuestas durante las últimas semanas. Con un aumento de más de 20 puntos en los sondeos, el senador texano está viviendo un momento de auge en su candidatura, que ya está pisando los talones a la de Trump. Por este motivo, la estrategia de Ted Cruz fue la de tratar de apelar a los simpatizantes de Trump, con quien no quiso enfrentarse directamente y que incluso afirmo que “entendía” algunas de las propuestas más polémicas del empresario.
4. Marco Rubio, contra Ted Cruz.
El enfrentamiento entre Marco Rubio y Ted Cruz sobre inmigración y seguridad fue uno de los momentos más destacados del debate. Suponía la escenificación del duelo entre los dos candidatos “serios” mejor situados actualmente. La estrategia de Rubio ha sido hasta ahora mantenerse en una posición intermedia para no desgastarse, siendo consciente de que esta campaña es una carrera de fondo y que suele ganar el que tenga mayor capacidad de aguante. Por ello, debate a debate Rubio está tratando de mantenerse como una opción fuerte. Anoche Rubio demostró un buen dominio de la política internacional, ofreció un discurso sólido en defensa y reforzó sus posibilidades.
5. Jeb Bush, eficaz contra Trump.
Jeb Bush tuvo su mejor papel hasta la fecha. Tenía como objetivo principal hacer frente a Donald Trump y lo consiguió. “Trump es el candidato del caos”, afirmó Bush, cuestionando su capacidad para liderar el país, su falta de experiencia y su ausencia de preparación para abordar los grandes desafíos como presidente. Mantuvo el tipo cuando Trump le echó en cara sus malos resultados en las encuestas y fue capaz de trasladar un mensaje positivo sobre cómo debe ser un presidente.
6. Carly Fiorina, contra todos.
Carly Fiorina estuvo mejor que en el debate anterior. Trató de poner en valor su experiencia al frente de grandes compañías, su compromiso con la seguridad y su conocimiento de la política exterior. Atacó a todos: a Obama, Hillarry, Trump, Rubio y demás “republicanos de Washington”. Además, reivindicó a Margaret Thatcher con la frase: “En política, si quieres que se diga algo, pídeselo a un hombre. Si quieres que se haga algo, pídeselo a una mujer”.
7. Ben Carson, contra sí mismo.
En las últimas semanas el fenómeno Ben Carson se ha desinflado en las encuestas
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. Como en toda campaña, siempre hay candidatos efímeros que suben y bajan como la espuma. Carson es uno de ellos. Su estilo suave y amable, junto con su voz tenue, se identifica como falta de liderazgo y en cada debate va dando razones a los que opinan en ese sentido.
8. Rand Paul aprovechó su oportunidad.
Hasta pocos días no estaba clara su inclusión, pero Rand Paul tuvo el mejor papel en esta serie de debates, donde hasta la fecha había tenido una actuación muy pobre. Anoche fue capaz de aprovechar sus turnos de palabra, introduciendo eficazmente sus mensajes y reivindicándose como el único conservador fiscal en el escenario y como el máximo defensor de los derechos constitucionales.
9. Un moderador que modera.
Wolf Blitzer, el moderador de la CNN, hizo un magnífico papel. Con un formato ágil y dinámico, el conductor del debate gestionó eficazmente el programa, lanzando interesantes preguntas a los candidatos, dando paso a los periodistas que también preguntaban o introduciendo las cuestiones que diferentes ciudadanos habían grabado previamente para los candidatos. Fue implacable cuando tuvo que serlo, pero dejando que el debate fluyera.