Por Daniel Ureña, Presidente de The Hispanic Council.
1. La Fox hizo la primera criba de candidatos al limitar el número de participantes a siete.
Por primera vez fue un debate a siete, lo que suponía dejar fuera a varios nombres que sí habían estado en los debates anteriores, con desigual suerte, como por ejemplo Carly Fiorina, Mike Huckabee o Rand Paul. Los criterios para esta decisión tienen que ver con los resultados en las últimas encuestas y supone un duro golpe para las campañas de estos candidatos a dos semanas de los caucus de Iowa.
2. Ted Cruz consolida sus opciones.
Después de varias semanas muy buenas en las encuestas para el senador texano anoche tuvo también una gran actuación. Algunos sondeos lo sitúan en el primer lugar de cara a la cita de Iowa del próximo 1 de febrero, que supondrá el inicio oficial de las elecciones. En pocas semanas ha pasado de ser un candidato más a una alternativa muy seria para la nominación republicana. Si en debates anteriores mostraba complicidad con Donald Trump, anoche ambos desenvainaron sus espadas y protagonizaron un intenso duelo dialéctico a raíz de sus respectivos orígenes familiares en el que Cruz dio un repaso a su rival. No obstante, también se las vio con Marco Rubio con quien no salió tan bien parado.
3. Trump hizo su mejor debate.
La fórmula Trump sigue funcionando. Su discurso sencillo y plagado de soluciones fáciles a problemas complejos tiene su público. Además, le permitió ser de nuevo el protagonista principal del debate, en el que estuvo algo más sólido que en las últimas ocasiones, aunque por primera vez fuera abucheado por parte del público, compuesto por fervientes seguidores republicanos. A partir de ahora, Trump tiene el desafío de comprobar si su oratoria y sus soflamas se traducen en votos o se quedan en simpatía hacia un personaje incómodo para el establishment político.
4. Rubio sigue entre los favoritos.
Marco Rubio mantiene intactas sus opciones después de este debate. Mes a mes se sitúa en una sólida posición aprovechando bien este tipo de formatos, donde se desenvuelve con soltura. Es un magnífico orador que transmite pasión, solidez y contundencia, junto con una imagen fresca y joven, que pueden hacer de él un aspirante con muchas posibilidades. Anoche, en la parte final del debate, mantuvo un cuerpo a cuerpo con Ted Cruz, al que consiguió poner en apuros al reprocharle algunos cambios de postura. Por todo ello, Rubio afronta el inicio del 2016 en el reducido grupo de favoritos.
5. Jeb Bush antepone su moderación frente a Trump.
Jeb Bush tuvo un papel más discreto en el debate de anoche. Su principal intervención fue al cuestionar los polémicos planes de Trump de prohibir la entrada de cualquier musulmán en el país como medida antiterrorista. Frente a eso, Bush propuso una visión más abierta, sensata y acorde con la realidad de Estados Unidos. En las últimas semanas su campaña está tratando de marcar la diferencia entre estos dos candidatos, con la intención de que aquellos que no se sientan identificados con la bravuconería de Trump opten por el estilo calmado y sosegado del ex Gobernador de Florida.
6. Carson, Christie y Kasich, convidados de piedra.
Ben Carson sigue adelante con su campaña, con el mérito de continuar entre los siete primeros, pero sus actuaciones en los debates demuestran que es un personaje magnífico para el sermón del oficio religioso del domingo, pero con pocas opciones para presidir los Estados Unidos. Por su parte, tanto Chris Christie como John Kasich, gobernadores de Nueva Jersey y Ohio, respectivamente, también están haciendo un trabajo digno de admiración al mantenerse en este selecto grupo. No obstante, salvo un milagro, sus opciones de alzarse con la nominación son también limitadas. Por ello, durante los debates no desaprovechan la ocasión de recordar el trabajo que han realizado como gobernadores, tratando de poner en valor su labor frente a los Trump, Rubio y Cruz, que carecen de experiencia real de gobierno.