Ayer se celebró uno de los debates programados entre los candidatos republicanos a la presidencia de Estados Unidos. Les dejamos el análisis de lo ocurrido del Presidente de The Hispanic Council, Daniel Ureña.

1.    Un debate con 13 participantes no es un debate.

El reto de los organizadores del debate, en este caso CNN, era titánico. Más de tres horas de televisión en horario de máxima audiencia con 13 candidatos del mismo partido hablando de política y tratando de distanciarse el uno del otro.  En Estados Unidos saben hacer buena televisión.  El formato resultó rápido y ágil,  muy a pesar de la larga lista de contendientes.  La puesta en escena estaba marcada por una espectacular réplica del “Air Force One”, que servía como escenario a los 13 aspirantes.  A diferencia de otros países –como España-, donde ver un debate entre dos políticos es ya bastante meritorio y cuando son más candidatos la experiencia es todo un suplicio, el debate de anoche fue magistralmente moderado por Jake Tapper, periodista de la CNN, que supo insuflar dinamismo y ritmo a lo largo de todo el programa.

2.    Carly Fiorina, una de las sorpresas de la noche, subirá en las encuestas.

La única mujer entre los candidatos, Carly Fiorina, puede estar satisfecha de su intervención en el debate.  Era su primera gran oportunidad ante los medios y la aprovechó. Se enfrentó duramente a Donald Trump acerca de sus trayectorias profesionales y aportó un toque diferente frente a la larga lista de serios candidatos republicanos.  Es de esperar que su intención de voto aumente después de su actuación de esta noche.

3.    Jeb Bush le para los pies a Trump.

Jeb Bush, que fue situado estratégicamente junto a Donald Trump en el escenario, arriesgó

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. Tuvo varios tensos rifirrafes con Trump: a raíz de sus declaraciones sobre la influencia de su esposa mexicana, Columba Bush, en su opinión sobre la política migratoria; defendió el legado de su hermano George W. Bush  (“nos mantuvo a salvo” le respondió despertando una gran ovación del público y noqueando a Trump); reivindicó su condición de hispanohablante y hasta confesó haber fumado marihuana hace 40 años, lo cual dará mucho de qué hablar en los próximos días.

4.    Rubio transmitió solidez.

Marco Rubio se viene enfrentando en esta campaña al estigma de su juventud. Por ello, su gran reto es demostrar que es un candidato solvente y con la preparación suficiente para acceder a la Casa Blanca. Anoche, Rubio transmitió una imagen de solidez, frescura y buen dominio de la política exterior.  Su estrategia de ir paso a paso evitando confrontaciones con otros aspirantes sigue intacta y el tiempo nos dirá si está siendo la correcta.  En este sentido,  destacó su intervención en mitad de la discusión entre Jeb Bush y Donald Trump sobre la cuestión migratoria. Rubio irrumpió en la discusión contando una historia personal de éxito, la de su abuelo.  Rubio está intentando evitar en esta campaña ser percibido como el “candidato hispano”, lo cual no quita que deba aprovechar su trayectoria personal y familiar, donde hay una larga lista de historias que le ayudarían a conectar con la comunidad hispana.

5.    Reagan sigue siendo el gran referente republicano.

El Presidente Reagan estuvo muy presente anoche. No sólo porque el debate se celebró en la biblioteca dedicada a él  en California, sino porque todos los candidatos competían por reivindicar la figura de Reagan. Junto con Israel, que estuvo muy presente en buena parte de las intervenciones de los ponentes,  la obra y figura de Reagan son la parte esencial del Partido Republicano, que se enfrenta al dilema de si modernizarse y suavizar su mensaje con respecto a los hispanos o a condenarse en el medio y largo plazo si se convierte en el partido antiinmigrante.