Es innegable que el voto hispano es una cuestión fundamental dentro de la política americana. Representan cada vez un mayor número de votantes y conseguir que el electorado hispano conecte con las propuestas de los candidatos se ha convertido en algo clave dentro de los procesos electorales de Estados Unidos. Presentamos algunas claves para entender cómo se ha comportado tradicionalmente el voto hispano  y qué podemos esperar de él en las elecciones legislativas de este año.

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. 2018 el año electoral con más población hispana.

Este año 2018 en el que se celebran las midterms, la población hispana ha alcanzado sus niveles más altos en EEUU. Representa ya más de un 17% de la población americana con casi 60 millones de ciudadanos hispanos en el país. Además, se espera que este crecimiento continúe, si bien a un ritmo más moderado, batiendo nuevos récords de cara a los próximos años.

Además, es el grupo que cuenta con más jóvenes y en el que más crece esa franja de edad. Según el Pew Research Center el 61% de los hispanos son menores a 35 años y el número de hispanos menores a 18 años creció un 22% entre 2006 y 2016.

 

2. Récord de hispanos con derecho a voto y con los jóvenes como protagonistas.

En las midterms, debido al incremento poblacional anteriormente explicado se batirá el récord de ciudadanos hispanos con derecho a voto en unas elecciones de Estados Unidos. Serán 29 millones de ciudadanos, lo que representa un 12,8% de la población convocada a las urnas. Además, ratificando la importancia de la población joven entre los ciudadanos hispanos, de los cuatro millones de nuevos votantes hispanos desde la elección de 2014 un 75% han obtenido el derecho a voto por haber cumplido la mayoría de edad. Es decir que el voto hispano, es cada vez un voto más joven.

 

3. La participación hispana sigue siendo baja

Si bien hemos mencionado como los hispanos están superando marcas de población y ciudadanos con derecho a voto, la participación es lo que realmente define el peso de un grupo en una elección. Históricamente la participación hispana en las elecciones legislativas ha sido baja, mientras los números de población y posibles votantes se han incrementado, los de participación se han mantenido estables.

El momento en el que los votantes hispanos eleven sus números de participación el poder que tendrán para definir los resultados electorales será mucho más importante aún si cabe.

 

4. El voto hispano tiende a ser más demócrata pero puede alternar.

El votante hispano tiene mayor preferencia por los candidatos demócratas aunque en determinados estados como Texas el voto hispano puede tender más a los candidatos republicanos. Aunque no es un voto de tanta tendencia a lo demócrata como la población afroamericana, sí existe esa preferencia cómo nos indican los anteriores resultados de las midterms.

Sin ir más lejos, según el Pew Research Center, en las 3 últimas elecciones legislativas los hispanos han votado en un 60% al candidato demócrata. Además, las mujeres latinas son más propensas a votar a este partido, al igual que los jóvenes hispanos.

 

5. El interés de los hispanos en la política es menor que el de otros grupos.

Los partidos políticos tienen trabajo por hacer para revertir la baja participación de los hispanos en las elecciones como hemos visto en el punto 3. Especialmente el Partido Demócrata, que ha cometido el error en ocasiones de dar ese voto por seguro.

En una de las últimas encuestas publicadas por NBC News y el Wall Street Journal, la población hispana es la menos interesada en las elecciones de mitad de término que se celebrarán en noviembre. Según estos datos solo un 43% de los hispanos las considera relevantes, sólo los jóvenes votantes americanos tienen un porcentaje menor. La clase política deberá reflexionar para integrar a una parte tan relevante del electorado y elevar su participación.